Tegucigalpa, Francisco Morazán – Lunes, 2 de junio de 2025. El coordinador del Sistema Penitenciario de Honduras, general Ramiro Muñoz, ha revelado hoy el hallazgo de varios «módulos de lujo» dentro de la Penitenciaría Nacional de Támara, en Francisco Morazán. Estos espacios, que contrastan drásticamente con el hacinamiento generalizado en las cárceles del país, contaban con comodidades como aire acondicionado, televisores, refrigeradoras y baños de alta gama.

Muñoz expresó su indignación ante la situación, cuestionando: «¿Cómo no va a haber hacinamiento en los centros penales con este tipo de cosas?». El General sentenció que estas prácticas «ya son cosas del pasado en Honduras» bajo la actual administración del Instituto Nacional Penitenciario (INP), que asumió en julio de 2023.

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Comodidades Inauditas y Traslados Urgentes

Los módulos descubiertos, construidos con paredes de bloque y cemento, ofrecían amplios espacios cuidadosamente diseñados, incluyendo recámaras y televisores. Muñoz señaló que, en lugares donde podrían albergarse hasta 40 privados de libertad, solo residían cinco, sugiriendo que «muchos de estos privados de libertad pagaban su pena mejor que cualquier ciudadano promedio». Además, reveló que en varios de estos módulos de lujo permanecían personas extraditables.

Como respuesta inmediata, los módulos ya han sido destruidos y los reos que los ocupaban han sido trasladados a cárceles de máxima seguridad. El coordinador del Sistema Penitenciario no precisó el número exacto de módulos demolidos, pero enfatizó que eran «espacios de lujos que contaban con todas las comodidades de un hotel».

Despidos por Complicidad y Reordenamiento Penitenciario

Ante la evidente permisividad y posible complicidad que permitió la existencia de estas «celdas VIP», el general Muñoz anunció el despido de 22 funcionarios penitenciarios en las próximas dos semanas.

Este descubrimiento se enmarca en un proceso de reordenamiento del sistema carcelario hondureño, que ya ha implicado el traslado de más de seis mil privados de libertad a centros de máxima seguridad. Adicionalmente, se han cerrado cárceles en zonas urbanas como Trujillo y La Esperanza, Intibucá, con el fin de reducir riesgos para la población civil.

Conaprev Expresa Preocupación por Declaraciones y Traslados

Por su parte, las comisionadas del Comité Nacional de Prevención Contra Tortura, Tratos Crueles, Inhumanos y Degradantes (Conaprev), Evelyn Escoto y Kenia Irías, si bien reconocieron la medida de clasificar a los internos según su peligrosidad, manifestaron su profunda preocupación por las declaraciones del general Ramiro Muñoz.

«Pedimos un diálogo abierto y respetuoso donde se pueda tener una agenda de trabajo y que no solo seamos espectadores de lo que se informa en el momento», expresaron las comisionadas, señalando que las afirmaciones públicas de Muñoz podrían poner en riesgo tanto al comité como a sus colaboradores.

Conaprev también manifestó inquietud por la falta de claridad y el apego al debido proceso en los traslados y movimientos efectuados por el INP. «Se ha inobservado el tratamiento progresivo individualizado de los internos y además procurar la finalidad de la pena que es la rehabilitación, la reinserción y reeducación», señalaron. Finalmente, mostraron su preocupación por el desarraigo familiar que sufren los internos, un aspecto que, a su juicio, no se está tomando en cuenta en este tipo de traslados masivos.

El sistema penitenciario de Honduras enfrenta un severo problema de hacinamiento, con una capacidad instalada para 8 mil privados de libertad, pero una población que supera los 20 mil. El hallazgo de estos módulos de lujo en medio de esta crisis subraya los desafíos persistentes en la búsqueda de un sistema carcelario digno y seguro.