La mañana del jueves, José Jesús Rivas Baquedano, de 74 años, y su hijo Carlos Antonio Rivas Canales, de 34, fueron asesinados de manera violenta en la comunidad de Confianza, municipio de Tocoa, Colón. Ambos, originarios de Choluteca y residentes en el asentamiento campesino La Aurora, fueron interceptados y atacados mientras se dirigían al trabajo en motocicleta.

La Plataforma Agraria, que agrupa a varios colectivos campesinos, denunció que este doble crimen es parte de una creciente ola de violencia contra defensores de la tierra en la región del Bajo Aguán. Jaime Cabrera, dirigente de la organización, exigió al Estado hondureño cumplir con sus compromisos para resolver los conflictos por la tenencia de la tierra y evitar más derramamiento de sangre.

Según la Plataforma Agraria, en el último mes han sido asesinados al menos cuatro dirigentes campesinos en la zona, y José Jesús y Carlos Rivas eran socios activos en empresas agrícolas asociativas. La organización responsabilizó a un grupo criminal que opera en la cooperativa Paso Aguán, específicamente en el lote ocho, donde se ha reportado desplazamiento forzado de familias mediante amenazas y violencia sistemática.

Con este doble asesinato, ya suman cinco personas asesinadas en Tocoa durante la última semana, incluyendo a Henry David Ferrera, Mariela Nolasco y Kelver Mondragón.

La Plataforma Agraria cuestionó la falta de acción de las autoridades de Seguridad y de los entes de investigación, que según denuncian, conocen la operatividad de estos grupos desde hace años sin haber detenido a sus integrantes.

Por su parte, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Honduras condenó las muertes violentas y pidió justicia en la región.