Intel cierra planta de ensamble en Costa Rica y se traslada a Asia
La multinacional Intel anunció este jueves el cierre progresivo de su planta de ensamble y prueba de microprocesadores en Costa Rica, trasladando esas operaciones a Malasia y Vietnam como parte de una reestructuración global orientada a “impulsar mayor eficiencia” en un mercado altamente competitivo y en plena transformación tecnológica.
La decisión, comunicada mediante un comunicado oficial, marca un nuevo capítulo en la relación de la compañía con Costa Rica, país que desde 1998 ha albergado una de sus principales operaciones de manufactura y que fue considerado durante años un ejemplo de atracción de inversión extranjera directa en la región.
Reestructuración global en medio de pérdidas millonarias
Intel explicó que el cierre responde a un “análisis exhaustivo” para optimizar su red global de manufactura, en un contexto de contracción financiera y fuerte competencia en el mercado de semiconductores.
El CEO de la empresa, Lip-Bu Tan, reconoció en abril pérdidas de $800 millones durante el primer trimestre de 2025, cifra que duplica los números rojos registrados en el mismo periodo del año anterior.
El margen bruto por venta de chips también se redujo casi seis puntos porcentuales, un golpe que ha obligado a la compañía a recortar $17.000 millones en gastos operativos durante 2025 y proyectar otros $16.000 millones en 2026, medidas que implican despidos en plantas ubicadas en Estados Unidos (Oregón, California y Arizona) e Israel.
“Eliminar la complejidad organizacional y empoderar a nuestros ingenieros nos permitirá atender mejor las necesidades de nuestros clientes y fortalecer nuestra ejecución”, señaló la compañía desde su sede central, citada por el medio estadounidense The Oregonian.
Impacto en Costa Rica
La planta de ensamble y prueba, conocida como ATM (Assembly and Test Manufacturing), es parte del ecosistema industrial que Intel había reconstruido en el país luego del cierre de su operación de manufactura en 2014. En aquella ocasión, la compañía despidió a cientos de trabajadores y reorientó su presencia hacia investigación y desarrollo.
Actualmente, en Costa Rica Intel opera con dos divisiones clave: Intel Products (Ingeniería) e Intel Corporate (Servicios Globales), que en conjunto emplean a unas 2.000 personas. La empresa afirmó que estas unidades “continuarán siendo parte estratégica de la red global” y no se verán afectadas por el cierre del ATM.
La noticia genera incertidumbre sobre el futuro del sector de manufactura avanzada en Costa Rica, uno de los pilares de las exportaciones tecnológicas del país. Según cifras oficiales, en 2024 Intel representó cerca del 20% de las exportaciones nacionales de dispositivos médicos y electrónicos.
Reacción del sector industrial
La Cámara de Industrias de Costa Rica (CICR) expresó su preocupación por el anuncio y convocó a una reunión con representantes de Intel para la próxima semana, con el objetivo de conocer detalles sobre el proceso de cierre y el impacto en el ecosistema productivo local.
“Lamentamos profundamente el anuncio sobre el cierre de la operación de Ensamble y Prueba de Intel en Costa Rica, una operación que ha sido clave para el desarrollo del sector de manufactura avanzada en el país”, indicó Sergio Capón, presidente de la CICR, en un comunicado oficial.
Capón agregó que la organización espera que el diálogo con la empresa permita “comprender con claridad los elementos de fondo que sustentan esta decisión” y evaluar su impacto en la industria nacional.
De pionero a ajustes recurrentes
La relación de Intel con Costa Rica se remonta a 1998, cuando la compañía instaló su planta en Belén de Heredia durante la administración de José María Figueres Olsen. La llegada de la empresa representó un hito en la estrategia de atracción de inversión extranjera directa del país, consolidando a Costa Rica como un polo tecnológico en América Latina.
Sin embargo, en 2014 la multinacional cerró su operación de manufactura y redujo drásticamente su personal, para luego reactivar parte de sus actividades productivas en años posteriores. Para 2024, Intel había alcanzado una planilla cercana a 3.400 trabajadores en diversas áreas.
El nuevo cierre del ATM evidencia la vulnerabilidad del país frente a los ciclos globales de la industria de semiconductores y la dependencia de decisiones estratégicas tomadas fuera de sus fronteras.
Rezago frente a Nvidia y la carrera por la inteligencia artificial
El anuncio se produce en un momento en que Intel enfrenta críticas por haber perdido liderazgo en el sector y llegar “demasiado tarde” a la competencia por los chips para inteligencia artificial (IA), dominada actualmente por Nvidia y sus GPU para entrenamiento de modelos.
“Hace 20 o 30 años éramos líderes, pero el mundo cambió”, reconoció el propio Lip-Bu Tan en una reunión interna filtrada a The Oregonian. Hoy, Intel ya no figura entre las diez mayores fabricantes de semiconductores del mundo, según rankings de la consultora Gartner.
Este rezago ha obligado a la compañía a reestructurar su portafolio y a consolidar operaciones en Asia, donde concentra gran parte de su capacidad de ensamblaje y prueba gracias a menores costos y proximidad con la cadena de suministro global.
Un futuro incierto para la manufactura avanzada en el país
Aunque Intel mantiene en Costa Rica sus divisiones de ingeniería y servicios globales, el cierre de la planta ATM representa una pérdida significativa para el clúster tecnológico nacional, que ha dependido históricamente de la presencia de la multinacional para impulsar la transferencia de conocimiento y la capacitación de talento especializado.
Expertos consultados por Elpaís.cr advierten que Costa Rica debe diversificar su base de inversión extranjera directa y reducir la dependencia de una sola empresa para sostener el dinamismo de su sector tecnológico.
Al mismo tiempo, consideran que el gobierno y el sector privado deberán diseñar estrategias para reinsertar el talento especializado que podría verse desplazado por el cierre, aprovechando el auge de otras industrias como la de dispositivos médicos, software y servicios digitales.
