Tegucigalpa, Honduras — La Policía Nacional de Honduras anunció este viernes un aumento sin precedentes en la recompensa por información que conduzca a la captura del general retirado Romeo Vásquez Velásquez, exjefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, quien permanece prófugo desde marzo de este año.

El nuevo monto asciende a 25 millones de lempiras, convirtiéndose en la cifra más alta ofrecida por un fugitivo en la historia del país.

Vásquez es acusado por el asesinato de Isis Obed Murillo, joven de 19 años, y por la tentativa de homicidio contra Alex Roberto Zavala, ambos manifestantes durante las protestas del 5 de julio de 2009 en las afueras del aeropuerto Toncontín, tras el golpe de Estado que depuso al entonces presidente Manuel Zelaya.

De 500 mil a 25 millones: escalada de recompensa La recompensa comenzó en marzo con 500 mil lempiras y fue incrementándose mes a mes hasta alcanzar los 25 millones este 5 de septiembre. Vásquez encabeza la lista de los “10 más buscados” publicada por la Policía Nacional como parte de su estrategia contra la criminalidad.

El director general de la Policía Nacional, Juan Manuel Aguilar, declaró en Noticieros Hoy Mismo de TSi que, pese a la experiencia militar del exjefe castrense, su captura es inevitable. “Tiene que responder ante el órgano jurisdiccional que lo acusa”, afirmó.

Equipos especiales han sido desplegados para localizar a Vásquez, quien ha aparecido en videos desde zonas montañosas no identificadas, alegando ser víctima de persecución política. Las autoridades reciben constantemente pistas sobre su paradero, aunque algunas personas exigen el pago de la recompensa antes de entregar información verificada.

Incautación de bienes El 29 de julio, el Juzgado con Competencia Nacional en Materia de Criminalidad Organizada ordenó la incautación de 15 propiedades en Olancho, siete cuentas bancarias, un vehículo y una sociedad mercantil vinculada al general retirado.

La Fiscalía también lo investiga por presunto lavado de activos, incluyendo supuestos vínculos con el cartel de “Los Cachiros”.

Con este nuevo giro, el caso de Romeo Vásquez se convierte en uno de los más emblemáticos de la justicia hondureña contemporánea, marcando un precedente en la persecución de figuras militares acusadas de violaciones a los derechos humanos y delitos conexos.