JERUSALÉN / DOHA — 9 de septiembre de 2025 (UTC -6). El Ejército israelí confirmó este martes un ataque aéreo “preciso” contra altos dirigentes de Hamás en Catar, en medio de negociaciones para un alto el fuego en Gaza. El bombardeo, que tuvo como blanco un complejo residencial en Doha, ha sido calificado por el gobierno catarí como un “acto cobarde” y una “violación flagrante del derecho internacional”.

Según testigos y medios locales, el ataque ocurrió mientras una delegación negociadora de Hamás discutía la propuesta de tregua presentada por el presidente estadounidense Donald Trump. El portavoz del Ministerio de Exteriores catarí, Majed al Ansari, confirmó que varios miembros del buró político del movimiento islamista fueron alcanzados y que Catar ha iniciado una investigación “al más alto nivel”.

Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) y la agencia de inteligencia Shin Bet señalaron que los líderes atacados “son directamente responsables de la masacre del 7 de octubre y han orquestado la guerra contra Israel”. El primer ministro Benjamin Netanyahu había autorizado recientemente una nueva ofensiva militar para tomar Ciudad de Gaza, mientras aceptaba avanzar en negociaciones para liberar rehenes.

La Organización de las Naciones Unidas expresó su “profunda preocupación” por el ataque en territorio catarí, instando a todas las partes a “respetar la soberanía de los Estados y evitar acciones que socaven los esfuerzos diplomáticos en curso”. El secretario general António Guterres calificó el bombardeo como “una escalada peligrosa que pone en riesgo la paz regional”.

Líderes como el presidente francés Emmanuel Macron y el canciller alemán Olaf Scholz lamentaron el ataque, instando a Israel a “actuar con moderación” y a Hamás a “mantener su disposición al diálogo”. Egipto, uno de los mediadores clave, advirtió que “acciones como esta pueden hacer colapsar el proceso de paz”.

La propuesta de alto el fuego contempla una tregua de 60 días, liberación escalonada de rehenes y prisioneros, y garantías de retirada militar israelí. Sin embargo, el ataque en Doha ha generado incertidumbre sobre la continuidad del diálogo.

Hamás, por su parte, denunció que el bombardeo fue “un intento deliberado de sabotear la paz” y aseguró que “la sangre derramada no detendrá nuestra lucha ni nuestra voluntad de negociar”.