WASHINGTON D.C. — 9 de septiembre de 2025. La Casa Blanca desató una ola de críticas este lunes tras publicar en sus redes sociales una imagen titulada “Deported Edition Labubu”, en la que se representa a un migrante guatemalteco esposado como si fuera un muñeco coleccionable.

La ilustración, generada con inteligencia artificial, se inspira en los populares peluches Labubu y forma parte de la estrategia digital del presidente Donald Trump para reforzar su campaña de deportaciones.

La figura mostrada corresponde a Cristian Soto Galeano, un ciudadano guatemalteco con enanismo, detenido en Nueva Orleans por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE). La publicación lo describe como “depredador sexual arrestado por ICE”, en referencia a una condena previa por comportamiento indecente con un menor.

El mensaje, acompañado por la frase “WTF. Tal vez los Labubus son demoníacos”, fue compartido en las cuentas oficiales de la Casa Blanca en X e Instagram, generando indignación entre activistas, usuarios y organizaciones defensoras de derechos humanos.

Labubu es una figura coleccionable creada por el artista hongkonés Kasing Lung como parte de la serie The Monsters, lanzada en 2015. Comercializados por la empresa Pop Mart, estos muñecos de vinilo con cuerpo de peluche tienen una estética híbrida entre ternura y travesura: orejas puntiagudas, ojos grandes y una sonrisa de nueve dientes.

Originalmente inspirados en la mitología nórdica, los Labubu se han convertido en un fenómeno global, especialmente entre coleccionistas y celebridades. Su popularidad explotó gracias a influencers como Lisa de BLACKPINK, y hoy son considerados símbolos de moda, exclusividad y cultura pop.

La Casa Blanca ha intensificado el uso de memes, ilustraciones y figuras virales como parte de su narrativa migratoria. El propio Trump publicó recientemente una imagen titulada “Chipocalypse Now” para anunciar el despliegue de fuerzas federales en Chicago, afirmando: “Amo el olor a deportaciones en la mañana”.

Sin embargo, el uso de un Labubu para representar a un migrante ha sido calificado como “inhumano” y “burda propaganda” por múltiples voces. Algunos usuarios incluso preguntaron si la cuenta oficial había sido hackeada, mientras otros denunciaron la banalización del sufrimiento migrante.

La publicación ha reavivado el debate sobre el tono y la ética de la comunicación oficial en temas sensibles como la migración, especialmente en un contexto de creciente tensión entre EE.UU. y países latinoamericanos.