La consejera del Consejo Nacional Electoral (CNE), Cossette López, denunció la presencia y actuación irregular de fuerzas policiales y militares en las instalaciones del organismo, lo que ha generado un clima de tensión e incertidumbre entre los empleados.

Según López, el ingreso de estas fuerzas no ha sido coordinado ni autorizado por las máximas autoridades del CNE. En un oficio enviado al jefe de seguridad interna, instruyó la elaboración de un informe detallado sobre la supuesta intención de instalar unidades antibombas dentro de los inmuebles del ente electoral, solicitando precisar a quién responden los operativos, bajo qué causas y con qué propósitos se ejecutan.

El ambiente laboral en el CNE se ha visto afectado por controles excesivos, ingreso restringido de empleados y la presencia de unidades caninas en el centro electoral del INFOP, sin explicaciones claras. Empleados expresaron temor por su seguridad y consideraron impropio que se les pregunte a qué partido político pertenecen antes de permitirles el ingreso, una práctica que López calificó como violatoria de derechos.

La consejera enfatizó que los procedimientos de seguridad y control de acceso deben estar bajo la División de Recursos Humanos y la seguridad interna del CNE, y no de terceros. Hizo un llamado a respetar la autonomía institucional del organismo y a garantizar transparencia y coordinación en cualquier operación de seguridad dentro de sus instalaciones.