Quito, Ecuador. En un hecho que eleva la tensión política en Ecuador, el presidente Daniel Noboa salió ileso tras un ataque a balazos contra su caravana oficial mientras se desplazaba por la provincia de Cañar, en el sur del país. El incidente ocurrió en el contexto de intensas manifestaciones indígenas contra la eliminación del subsidio al diésel.

Según informó la ministra de Ambiente y Energía, Inés Manzano, alrededor de 500 personas interceptaron la caravana presidencial, lanzando piedras y disparos contra los vehículos. “Hay signos de bala en el carro del presidente”, confirmó Manzano, quien aseguró que Noboa no sufrió lesiones.

Imágenes difundidas por la presidencia muestran el momento del ataque desde el interior de uno de los vehículos, donde se escuchan gritos de alerta y se observa el impacto de objetos contra los vidrios.

La agresión se produjo mientras el mandatario se dirigía a un acto público en Cuenca, donde posteriormente condenó los hechos:

“Esas agresiones no se aceptan en el nuevo Ecuador. La ley aplica para todos. No vamos a permitir que algunos vándalos impidan que trabajemos por ustedes”, expresó Noboa ante simpatizantes.

Contexto de las protestas

Desde el 22 de septiembre, Ecuador vive una ola de movilizaciones lideradas por la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie), en rechazo al alza del precio del diésel, que pasó de $1.80 a $2.80 por galón. Los bloqueos de vías se han extendido por varias provincias, generando enfrentamientos con las fuerzas del orden.

Hasta la fecha, se reporta un indígena fallecido por impactos de bala, más de 150 heridos entre civiles, militares y policías, y cerca de 100 detenidos, según cifras oficiales y organizaciones de derechos humanos.

El gobierno ha presentado una denuncia por “tentativa de asesinato” contra el presidente, mientras Noboa continúa con su agenda oficial.