Masaguara, Intibucá. La comunidad de Masaguara vive momentos de angustia tras la desaparición de un niño de 10 años, identificado como Yahir, quien fue arrastrado por la corriente del río Grande de Otoro la tarde del viernes 10 de octubre, mientras jugaba junto a sus hermanos en la orilla del afluente.

El menor se encontraba de visita con su familia en la comunidad de Arada cuando ocurrió el incidente. Según reportes de la Secretaría de Gestión de Riesgos y Contingencias Nacionales (Copeco), el hecho se produjo en la zona conocida como La Canasta, donde las lluvias recientes han provocado un aumento súbito del caudal.

Equipos del Cuerpo de Bomberos y de Copeco continúan con las labores de búsqueda y rescate, enfrentando condiciones adversas por el terreno fangoso y el fuerte caudal del río. “Se presume que el menor fue llevado por la corriente en un momento de descuido mientras jugaba”, explicó el subcomisionado Darwin Flores en declaraciones a Lenca Televisión.

Quebradas crecidas: un peligro silencioso

Las autoridades han advertido que la influencia de una vaguada sobre el territorio nacional ha generado lluvias intensas en gran parte del país, especialmente en el suroccidente. Intibucá se mantiene bajo alerta roja, debido al riesgo de deslizamientos, crecidas repentinas y corrientes peligrosas en ríos y quebradas.

Copeco reiteró el llamado urgente a la población para evitar acercarse a cuerpos de agua, cruzar ríos o permitir que menores jueguen cerca de quebradas, especialmente en zonas rurales donde los sistemas de alerta son limitados.

Familiares, vecinos y socorristas mantienen la esperanza de encontrar al menor con vida, mientras se intensifican los operativos en la zona. La comunidad ha expresado su solidaridad y apoyo a la familia de Yahir, en medio de una situación que refleja los peligros latentes que enfrentan muchas comunidades hondureñas ante fenómenos climáticos extremos.