El esperado duelo entre Anthony Joshua y Jake Paul, transmitido globalmente por Netflix, terminó con un contundente nocaut del excampeón británico en el sexto asalto, en una noche que combinó espectáculo, negocio y un choque desigual de estilos en el Kaseya Center de Miami.

El combate, promocionado como uno de los eventos más lucrativos del año —con una bolsa estimada en 184 millones de dólares— enfrentó a dos figuras con trayectorias radicalmente distintas: un exmonarca de los pesos pesados contra un influencer convertido en boxeador profesional.

Jake Paul, fiel a su estilo provocador, logró extender la pelea más de lo que muchos anticipaban. Su estrategia de moverse constantemente, evitar intercambios y recurrir a gestos para desconcentrar a Joshua generó frustración en el público y hasta en el propio juez, quien en el cuarto asalto les llamó la atención con una frase que retumbó en la arena:
“Los fanáticos no pagaron para ver esto”, advirtió el árbitro Christopher Young.

Joshua, que regresaba al ring tras quince meses de inactividad, tardó en imponer su ritmo. Sin embargo, su superioridad física y técnica terminó inclinando la balanza. El británico conectó 48 golpes de 146, frente a los apenas 16 aciertos del estadounidense.

En el quinto asalto, Paul cayó por primera vez. Y en el sexto, tras levantarse nuevamente, recibió un derechazo limpio que lo dejó sin respuesta y obligó al árbitro a detener el combate.

Visiblemente afectado, Paul declaró tras la pelea que sentía su mandíbula “rota”. Horas después, lo confirmó en redes sociales con su habitual tono irreverente.

En su cuenta de X publicó una radiografía y escribió:
“Doble fractura de mandíbula. Denme a Canelo en diez días”, acompañando el mensaje con un emoji de risa y una foto de su rostro hinchado.

El estadounidense, que había ingresado al ring con un atuendo en homenaje a Hulk Hogan, aseguró que se tomará un descanso antes de volver a pelear. Esta derrota es la segunda de su carrera profesional.

Joshua gana, pero deja dudas

Aunque logró un nocaut espectacular, el desempeño de Joshua no disipó las interrogantes sobre su nivel actual. Fue apenas su segunda presentación en Estados Unidos desde la recordada derrota ante Andy Ruiz Jr. en 2019.

El británico, no obstante, aprovechó el triunfo para lanzar un desafío directo a Tyson Fury, su compatriota y excampeón mundial:

“Estoy listo para él. Es el momento”, dijo Joshua, encendiendo nuevamente la conversación sobre un combate que lleva años sin concretarse.

Fury, quien anunció su retiro a inicios de año, no ha descartado un regreso, lo que deja abierta la posibilidad de un duelo que podría redefinir el panorama de los pesos pesados.