De la mano del periodista Jeremy Wilks, el programa Climate Now es un exclusivo espacio mensual en el que Euronews examina la actualidad con respecto a la salud de nuestro planeta. En esta ocasión, el episodio está dedicado a la Antártida. «El continente Antártico sufrió una extraña ola de calor el pasado mes de marzo», indica el reportero.

«Aunque no se pueda atribuir directamente al cambio climático, se puede pensar que es algo que está relacionado con él», declara Julien Witwicky, glaciólogo del Instituto Polar de Francia.

Empecemos observando el hielo alrededor de la Antártida. Los últimos datos de Copernicus muestran que la extensión del hielo marino antártico fue un 26 % inferior con respecto a la media del mes pasado, la segunda más baja registrada.

Las zonas en rojo, los mares de Ross y Amundsen, tenían una extensión de hielo marino especialmente baja.

Pasando a las anomalías de la temperatura, el gráfico muestra cómo una amplia zona de la Antártida oriental experimentó una especie de ola de calor el mes pasado. Una masa de aire cálido atravesó la región polar austral, haciendo que las temperaturas en la estación de investigación Concordia pasaran de los habituales -55 grados centígrados a un nuevo máximo histórico para la estación de -11,5 grados centígrados.

Las temperaturas en la Antártida pueden variar mucho, así que, realmente, ¿fue novedoso este acontecimiento? El climatólogo Jonathan Wille nos ofrece su punto de vista.

«En términos de lo que conocemos para el clima antártico… sí, esto es totalmente inédito. Por supuesto, nuestros registros para la Antártida no son tan antiguos como los del resto del mundo civilizado, pero este es un evento que recuerda a lo que observamos en la ola de calor que se produjo en el noroeste del Pacífico en junio de 2021, un registro que, en cierto modo, redefine lo que pensábamos que era posible para el sistema climático», afirma Jonathan Wille, climatólogo de la Universidad Grenoble Alpes, especializado en los polos.

¿Qué sintieron quienes vivieron esa ola de calor? ¿Cuál es el panorama general en cuanto a cómo está cambiando el clima en la Antártida?, se pregunta el periodista de Euronews.

A más de mil kilómetros de la costa y a más de tres mil metros de altitud, la estación de investigación Concordia, normalmente, es un desierto helado. Pero, a mediados de marzo, todo cambió.

Mientras la temperatura subía hasta alcanzar los 11,5 grados centígrados bajo cero, el científico Julien Witwicky tomó estas fotos de la rara nevada que cubrió los antiguos hielos.

«Se ha registrado una acumulación de 10 centímetros de nieve. Esto representa una cantidad de nieve mayor de la que suele caer en un año. Así que, en lugar de caminar fácilmente sobre la nieve dura, nos hundimos en la nieve fresca durante varios días. Esto nos hace pensar, más bien, en lo que puede ocurrir en los Alpes franceses más que en la Antártida», señala Julien Witwicky, glaciólogo del Instituto Polar de Francia.

Globalmente, marzo de 2022 fue 0,39 grados centígrados más cálido que la media de marzo del período comprendido entre 1991 y 2020, lo que lo convierte en el quinto mes de marzo más cálido, registrado hasta el momento.

La temperatura media europea de marzo de 2022 fue 0,43°C inferior a la media de 1991-2020. El mes fue el tercer marzo más frío de los últimos 10 años.

Las inusuales nevadas en Concordia podrían formar parte de una tendencia más amplia. La estación alemana de Kohnen, que también está en altitud y en el interior, ha informado de un aumento del 20 %, de las nevadas, en los últimos 20 años. Y, el año pasado, la estación costera alemana de Neumayer registró un 50 % más de nieve que la media habitual.

«Esto es algo que también se prevé como parte del calentamiento global. Cuando el ambiente se calienta, la atmósfera puede retener más humedad. Y, más humedad, significa más nevadas», indica Olaf Eisen, profesor de Glaciología de la Universidad de Bremen y del Instituto Alfred Wegener.

Una pregunta que muchos se hacen es si las nevadas adicionales podrían compensar, incluso, un pequeño porcentaje del hielo que se pierde en los polos. Una pérdida de hielo que puede observarse desde el espacio.

El mes pasado, la placa de hielo Conger, un área del tamaño de Roma, se quebró tras años de inestabilidad.

El consenso general es que la Antártida seguirá perdiendo masa, debido al calentamiento de los océanos y del aire, que harán cada vez más inestables las placas de hielo.

«Lo que puedo decir, porque estoy sobre el terreno y puedo contemplar la situación desde hace más de 15 años, es que el desprendimiento de todas estas placas de hielo de la zona continental, que tiene un efecto directo sobre el aumento del nivel del océano, continuará y aumentará. Eso es cierto. El agua se está calentando y no vamos a cambiar esa tendencia en la próxima década. Estoy seguro de ello», declara Alain Hubert, presidente de la Fundación Polar Internacional.

Esto es todo en esta edición del programa. Un consejo rápido: les animo a que lean el informe anual sobre el estado del clima en Europa, del servicio Copernicus, a finales de este mes. Les ayudará a entender cómo y por qué está cambiando el clima en su lugar de residencia. Más información sobre el cambio climático en euronews.com/climatenow. Hasta pronto.(euronews.com)