¿Por qué es importante cortar la goma de la mascarilla antes de tirarla a la basura?
Se veía venir que muchos de los residuos generados para protegernos de la COVID-19, como mascarillas o guantes, acabarían teniendo graves efectos en los ecosistemas, de no ser tratados correctamente.
Un claro ejemplo, serían las mascarillas quirúrgicas de un solo uso.
Estas tienen una protección efectiva de cuatro horas, pero pueden tardar entre 300 y 400 años a degradarse naturalmente.
Además, son imposibles de reciclar debido a la mezcla de plásticos que las forman.
Un artículo de los investigadores Auke-Florian Hiemstra, del Centro de Biodiversidad Naturalis, y Liselotte Rambonnet, de la Universidad de Leiden (Países Bajos), publicado en la revista Animal Biology, avisa de que los residuos de la Covid-19 están alterando la vida animal en todo el mundo.
Según los investigadores, para el 324 de TV3, «los animales se debilitan, sean vertebrados o invertebrados, en la tierra, el agua dulce y en el mar.
Se envuelven con las gomas o mueren de hambre a causa del plástico en su aparato digestivo». Aquí algunos ejemplos del efecto de la basura en la naturaleza:
Quedarse atrapados en la basura
Todo un clásico que también ocurre con los plásticos que unen las latas de refrescos o cerveza.
Los científicos describieron el primer caso documentado de un pez atrapado en un guante médico, encontrado durante la limpieza de un canal en Leiden (Países Bajos).
Por este mismo motivo, se recomienda cortar las tiras de plástico de las mascarillas antes de tirarlas a la basura.
Muerte por ingestión de basura
A las gaviotas, ballenas y tortugas hayas muertas por el excesivo consumo de plástico oceánico también se les suman a su dieta los desechos covid. Incluso se han encontrado casos de mascarillas en el interior de los estómagos de perros y gatos domésticos, simios y pingüinos.
Construcción de nidos con basura
Un ejemplo sería el de las fochas (Fulica atra) que habitan en los canales neerlandeses, las cuales ya utilizan los desechos covid, como guantes médicos, como materiales para confeccionar sus nidos.
Un hecho que podría tener efectos devastadores si los pollos las confundieran con alimento.
Por estos tres motivos, los científicos concluyen que la basura de COVID-19 es una nueva amenaza para la vida animal, ya que los materiales diseñados para mantenernos a salvo en realidad están dañando a los animales que nos rodean, un hecho que se podría sumar al declive de sus poblaciones debido a los devastadores efectos del cambio climático.
Además, nos invitan a reportar casos en los que la basura afecte a la naturaleza a través de su web www.covidlitter.com.
Por último, recomiendan que, siempre que sea posible, se utilicen alternativas reutilizables a las mascarillas de un solo uso.