El Senado aprueba la reforma de la Ley de pensiones
El senado francés aprobó el sábado de noche el proyecto de reforma de la ley de las pensiones que incrementa la edad de retiro de 62 a 64 años.
El texto sea revisado por una comisión conjunta de senadores y diputados, y será votado por la Asamblea Nacional a mediados de la semana próxima. Las organizaciones sindicales mantienen su llamado a la movilización de la población contra la impopular reforma.
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La semana próxima será decisiva luego que el Senado aprobó la noche del sábado el proyecto de ley que reforma el sistema de jubilaciones, incrementando la edad de retiro de 62 a 64 años.
195 votos a favor contra 112 contra fue el resultado luego que el gobierno recurrió al uso del artículo 44 alinea 3 de la Constitución, que permite hacer votar un texto en el Senado tomando en cuenta únicamente las modificaciones que el ejecutivo acepta. Las propuestas de enmienda presentadas por la oposición fueron rechazadas sin discusión.
La primera ministra Elisabeth Borne calificó el resultado de «una etapa decisiva para alcanzar una reforma que asegurará el futuro de las jubilaciones de los franceses», y volvió a acusar a los representantes de la oposición (socialistas, ecologistas, comunistas, que tienen representantes en el Senado) de querer «obstruir el debate democrático».
La conclusión de los debates en el Senado tuvo lugar un día antes de la fecha inicialmente programada, y pudo concretarse gracias al apoyo del jefe del partido Los Republicanos (LR), representante de la principal fuerza de derecha en el Senado, que retiró una propuesta de enmienda.
Pese a que con ese voto el gobierno se anota un punto a su favor el riesgo de una crisis social sigue abierto.
El sábado los sindicatos volvieron a manifestar en toda Francia, y aunque el número de participantes fue sustancialmente inferior al del 16 de febrero pasado, la impopularidad de la reforma sigue intacto. cerca de 8 de cada 10 franceses se oponen a la nueva ley.
El texto deberá ser analizado por una comisión paritaria de senadores y diputados afín de lograr un texto común. Una vez lograda esa etapa será sometida al voto de la Asamblea Nacional.
El gobierno no tiene mayoría por lo que el voto de los diputados de la derecha LR será indispensable. Hasta ahora solo la mitad de los 61 diputados LR dicen estar dispuestos a apoyar con su voto la reforma.
En caso que no alcance una mayoría se da por descontado que el gobierno recurra al artículo 49,3 de la Constitución que le permite adoptar un texto sin ser votado.
Los conjuntos de los sindicatos reiteraron su rechazo a la reforma. Laurent Berger, secretario general de la CFDT, principal confederación sindical del país, advirtió que en caso que el ejecutivo aprueba la ley sin un voto en la Asamblea Nacional sería «una forma de vicio democrático». Marylise Leon, secretaria general adjunta de la misma agrupación, en declaraciones a la televisión este domingo subrayó que «Todo se juega ahora».
Distintos sindicatos proponen una huelga indefinida que paralice el país afín de obligar al gobierno que retire su polémica reforma.
El transporte público, los servicios de recolección de basura, trenes, electricidad son algunos de los sectores que se han visto afectados por la huelga. Philippe Martinez, secretario general de la CGT, la segunda confederación más importante de Francia dijo «cuando hay millones de personas en las calles, cuando hay huelgas y todo lo que obtenemos de la otra parte es el silencio, la gente se pregunta: ¿qué más tenemos que hacer para ser escuchados». (rfi)