El Papa Francisco lanza la bendición ‘urbi et orbi’ con la vista puesta en la violencia desatada en Jerusalén
Como punto culminante de las celebraciones de Semana Santa, el Papa Francisco celebró hoy (09.04.2023) la misa del Domingo de Pascua en la Plaza de San Pedro en Roma. Aunque el jefe de la Iglesia católica presidió la tradicional celebración, la mayor parte del tiempo sentado, fue oficiada por Giovanni Battista Re, decano del Colegio Cardenalicio.
Después de la misa, Francisco pasó entre la multitud en el Papamóvil en medio de un gran júbilo: muchos de los fieles gritaron en voz alta en italiano «¡Viva il Papa!». En un clima soleado pero fresco, la plaza estaba bien llena. Después de la tradicional misa, la más importante de la Iglesia católica, el pontífice dio la tradicional bendición «Urbi et Orbi», en latín para «a la ciudad y al mundo», desde la logia central.
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«En este día te confiamos, Señor, la ciudad de Jerusalén, primer testigo de tu Resurrección. Expreso mi profunda preocupación por los ataques de estos últimos días, que amenazan el deseado clima de confianza y respeto recíproco, necesario para retomar el diálogo entre israelíes y palestinos, de modo que la paz reine en la Ciudad Santa y en toda la región», indicó Francisco.
También pidió por la guerra en Ucrania y por todos los conflictos del mundo. «Ayuda al amado pueblo ucraniano en el camino hacia la paz e infunde la luz pascual sobre el pueblo ruso. Consuela a los heridos y a los que han perdido a sus seres queridos en la guerra, y haz que los prisioneros puedan volver sanos y salvos con sus familias», dijo el pontífice. «Abre los corazones de toda la comunidad internacional para trabajar por el fin de esta guerra y de todos los conflictos que tiñen de sangre el mundo», añadió.
Unas 100.000 personas, según fuentes del Vaticano, acudieron para escuchar el mensaje de Pascua y recibir la bendición ‘urbi et orbi’ a las inmediaciones de la Plaza San Pedro, que fue decorada con unas 35.000 tulipanes, narcisos y rosas de los Países Bajos y transformada en un «jardín de flores», en palabras de la Santa Sede, «para expresar la alegría de la resurrección de Jesucristo». El pasado fin de semana, unas 60.000 personas participaron en la misa del Domingo de Ramos, según la Gendarmería vaticana. (dw)