Una paralizada Cuba en crisis: La Revolución Castrista moribunda, los militares inquietos y protestas callejeras
Por Alberto García Marrder, desde Madrid
Pocas palabras para describir una situación alarmante en la querida Cuba: Una creciente crisis alimentaria (no hay pan ni leche), apagones diarios, una economía estancada, más represión y protestas callejeras ante un gobierno castrista-comunista incapaz (por ideología) de abrir el país a una economía de mercado del sector privado.
Y ya no vale nada echar la culpa del estancamiento económico de la isla al embargo norteamericano o mucho menos encontrar un “chivo expiatorio”, al echarle toda la culpa al recién defenestrado ministro de Economía, Alejandro Gil, con la amenaza de un proceso penal.
(Que coincidencia que en la Cuba Castrista, que ya lleva en el poder desde 1959) tiene el sintomático y triste historial de haber cesado y de una forma muy humillante, a 14 de sus anteriores Ministros de Economía, salvo Osvaldo Martínez que “renunció” por “motivos de salud.)
Antes de todo, tenemos que enforcanos en la actual y desesperada situación cubana:
1- La “defenestración” del ex ministro Gil puede salpicar al actual presidente, el ingeniero electrónico Miguel Díaz-Cañete, (y ahora político) puesto a dedo por el general Raúl Castro en el 2019. Gil y Castro eran amigos y supuestamente sabía lo que hacía o no hacía su titular de Economía.
2- La Cuba castrista, como en décadas anteriores, no puede contar esta vez con su mentor, Rusia, que tiene sus propios problemas: la guerra de Ucrania, la OTAN y el reciente ataque de drones ucranianos a una refinaría cercana a Moscú , que va a va a reducir en un 10 por ciento la producción nacional de crudos.
3- Fuentes cubanas, dentro y fuera de la isla, especulan que podría haber en marcha un movimiento de militares (pero no de los bien instalados en empresas estatales) para desplazar a la vieja guardia castrista (y muy ideológica en el marxismo-leninismo), en defensa de un sistema más favorable a los negocios privados. O sea, la liberación de la economía cubana que solo permite, actualmente, las empresas estatales.
4- El muro de contención a cualquier reforma se llama Raúl Castro, supuestamente jubilado a sus 93 años. Lo vi muy de cerca, en una misa oficiada en Santiago de Cuba en el año 1998, por el Papa Juan Pablo II. Yo estaba como periodista, enviado especial de una agencia de noticias, y me preguntaba que estaría pensando un declarado ateo marxista en ese momento, pero que siguió la misa con respeto, pero sin persignarse o hincarse. Si recuerdo las inolvidables palabras del primer Pontífice en pisar la Cuba Castrista: “QUE CUBA SE ABRA AL MUNDO Y QUE EL MUNDO SE ABRA A CUBA”. Y eso no ha sucedido.
5- La punta occidental de Cuba está a solo 90 millas de Estados Unidos (en Key West de Florida). Y hay posibilidades que si Donald Trump gana las elecciones presidenciales de este noviembre, que implante una mano dura hacia la isla comunista, suprimiendo las remesas de los exiliados cubanos de Miami, de que tanto depende el gobierno cubano, como del negocio de los médicos al exterior. Y poner, desde luego, mas trabas al turismo americano hacia la isla.
Tengo en mi mente una famosa foto de enero del 2017, (nunca publicada en Cuba) donde se ve a cinco militares cubanos empujando el “jeep” ruso averiado, que lleva a un cementerio de Santa Efigenia de Santiago de Cuba, los restos del líder de la revolución cubana, Fidel Castro, en una urna.
Lo veo como una metáfora …cuando se muera Raúl Castro, el último de los Castro, ¿pasara algo igual?
Cuba debería de aprender de China y Vietnam, que cuando se libraron de su dogmas ideológicos y antiguos, iniciaron reformas económicas de mercado y abrieron sus puertas al capital extranjeros. Y ahora China es la segunda potencia económica mundial y Vietnam, un país emergente con gran potencial económico. ¿Y no eran comunistas?
Es casi imposible que la Cuba actual, con esos nonagenarios ideológicos de la Sierra Maestra todavía en el poder, atraiga inversiones extranjeras.
Roberto Álvarez-Quiñones (uno de los mejores analistas sobre Cuba y ex de “Granma” y Televisión Cubana”, lo pone en claro desde California:
“Ante el peligro de perder los subsidios venezolanos, nada hace La Habana con reducir los impuestos al capital extranjero si el país no tiene credibilidad alguna en el mundo financiero y empresarial internacional. Cuba desde mediados de los años 80 no paga siquiera los intereses de su descomunal deuda externa de más de $60,000 millones, mayormente contraída como créditos para importar mercancías que nunca pagó. Y hoy cada bebé que nace en la isla le debe al mundo 5,357 dólares, con mucho el mayor per cápita deudor de América Latina.”.
Conclusión final: algo se está cociendo en Cuba…..ya era hora!!!!
Esas protestas callejeras en Santiago de Cuba y en el Oriente del país, en protesta por los constantes apagones eléctricos, salarios de 25 dólares al mes y la falta de comida puede ser el primer síntoma. La población está perdiendo el miedo.!!!