¿Cómo Rusia y China pueden contrarrestar las sanciones de occidente?
China cuestionó las sanciones unilaterales de Occidente contra Rusia, entre ellas su exclusión del SWIFT, que no tiene base en el derecho internacional. Según ‘Financial Times’, Pekín podría reducir la presión de las sanciones reforzando la cooperación ruso-china beneficiosa en la agricultura, tecnología, banca, energía y otros sectores económicos.
«Los lazos entre China y Rusia se están fortaleciendo constantemente durante los últimos 10 años en todos los sectores. Así que estos acontecimientos en torno a Ucrania, que en realidad es la agitación del sistema de EEUU y la OTAN contra Rusia, seguramente acelerará la cooperación adicional entre Pekín y Moscú», explicó el experto en economía política Fabio Massimo Parenti.
El 23 de febrero, la Administración General de Aduanas de China confirmó que eliminaría las restricciones a la importación de trigo procedente de Rusia.
El 4 de febrero Reuters había adelantado que Pekín había levantado las prohibiciones a la importación de trigo y cebada rusos como parte de una serie más amplia de nuevos acuerdos bilaterales. El paquete también incluía los suministros de petróleo y gas a largo plazo de Rusia hacia China por un valor de 117.500 millones de dólares.
«Creo que los países europeos y también otros exportadores de alimentos, no solo de servicios y bienes alimentarios hacia China, se verán afectados, pero actualmente no se nota», precisó Parenti.
En su opinión, el acuerdo energético ruso-chino que apunta al petróleo y el gas de Rusia son cruciales para la creciente la demanda de China teniendo en cuenta unos cálculos que señalan que este país consumirá hasta 526.000 millones de metros cúbicos en 2030 y aproximadamente 620 millones de metros cúbicos en 2040.
Según expertos económicos citados por CNN, es probable que los productos básicos y las materias primas rusas se reorienten hacia China si la demanda del resto del mundo disminuye significativamente en un contexto de tensiones geopolíticas. En tanto, Financial Times señala que Pekín tiene un historial de apoyo económico a Moscú durante los ocho años de sanciones que Occidente ha impuesto a Rusia desde la reunificación de Crimea en 2014.
«Esta es la cuestión clave sobre el proceso de un cambio global, la reconfiguración del orden global que se ha producido durante las últimas décadas.
En los años noventa, en realidad, el sistema EEUU-OTAN impuso y consolidó un orden mundial unilateral, un orden mundial unipolar en su configuración de poder.
Pero a finales de los noventa, vimos un nuevo crecimiento y desarrollo desde China y tras el acercamiento de la cooperación y las relaciones entre China y Rusia, el mundo y el sistema mundial empezaron a cambiar rápidamente», indicó Parenti.
La economía a favor de los países en desarrollo
De acuerdo con Fabio Massimo Parenti, la economía mundial ya ha cambiado radicalmente y en términos materiales a favor de los países emergentes, mientras que EEUU y sus aliados se esforzaban por contener este ascenso cortando los vínculos económicos, sobre todo entre la Unión Europea y otros socios euroasiáticos.
«El movimiento unilateral de expansión de EEUU ha creado un proceso de desestabilización constante desde las guerras en la antigua Yugoslavia, sobre todo desde la guerra contra Serbia hasta la guerra de Siria, el sistema de EEUU ha creado un arco de desestabilización, apoyando a los yihadistas y apoyando las actividades terroristas para crear problemas en Asia Central, para crear problemas en China, para crear problemas en Europa del Este.
En Ucrania, conocemos el golpe de Estado durante 2014 y el primer intento en 2005 de la Revolución Naranja para desestabilizar y anexionar la tierra y el espacio ucraniano dentro y bajo el control del sistema de EEUU y la OTAN», recordó Parenti.
Según él, las acciones asertivas de Washington facilitaron el acercamiento entre Moscú y Pekín, ya que este último entiende que los intentos estadounidenses de separar a Rusia de Europa son «la condición previa para trabajar mejor en Asia-Pacífico contra China, provocando a Taiwán, provocando a Hong Kong, provocando las cuestiones del mar de China Meridional, etc».
Añadió que China sabe que apoyar a Rusia es una necesidad existencial también para ella, no solo por la amistad, sino sobre todo por su propia amenaza existencial que viven igualmente en el enfrentamiento con las fuerzas de la OTAN impulsadas exclusivamente de forma predominante por EEUU y su propio proyecto de dominación. De ahí la posición bien articulada de Pekín contra el último paquete de sanciones impuestas por la UE, el Reino Unido, EEUU y Canadá contra Rusia.
Hace unos días, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Hua Chunying, dijo que «desde 2011, EEUU ha impuesto más de 100 sanciones a Rusia», pero estas restricciones no habían hecho nada para disipar las tensiones en Europa. Hua culpó a Washington por la crisis de Ucrania por aumentar las tensiones, crear pánico e incluso exagerar la posibilidad de una guerra.
Un bloque contra la hegemonía
«Tenemos que ver la aplicación real y efectiva de estas sanciones anunciadas, como la de mantener a Rusia fuera del sistema SWIFT«, señaló Parenti a tiempo de recordar que China y Rusia tienen su propio sistema de pagos transfronterizos utilizando monedas alternativas desde 2014 y 2015.
Explicó que ambos países mantienen desde hace años proyectos económicos conjuntos que probablemente suavicen o contrarresten las consecuencias negativas de las sanciones occidentales. Además, Moscú y Pekín tienen intereses comunes en varias partes del mundo, como América Latina, Oriente Medio y África.
Parenti también puso como ejemplo a Irán, que el 27 de marzo de 2021 alcanzó un acuerdo de cooperación de 25 años con China, que alcanzó una con Rusia y China dando lugar a un bloque contra la hegemonía aunque no era la intención de estas tres potencias.(sputniknews.com)