El Juzgado de Letras de lo Penal de San Pedro Sula sentenció este martes a Carlos Arturo Quintanilla a 61 años y cuatro meses de prisión por asesinar a su hijo y su exsuegra, además de herir gravemente a su expareja. Quintanilla, quien trabajaba como guardia de seguridad, aceptó los cargos bajo un procedimiento abreviado.

La condena incluye 15 años por el asesinato de su hijo menor de edad, 18 años y nueve meses por el feminicidio agravado de su exsuegra, 14 años y un mes por el intento de asesinato de su expareja, ocho años y ocho meses por la violación de la libertad vigilada, y tres años por portar un arma de fuego ilegal. Además, recibió dos años de localización permanente y un año y seis meses por quebrantamiento de medidas cautelares.

El crimen ocurrió el 12 de octubre de 2023, cuando Quintanilla llegó a la casa de su exsuegra, Bertilia Murcia. Al no permitírsele la entrada debido a una orden judicial en su contra por violencia doméstica, disparó contra su hijo Arturo Sebastián Quintanilla López, su exsuegra, y su expareja Denia Jackeline López Murcia.

Honduras enfrenta una grave crisis de seguridad con altos niveles de violencia y criminalidad. A pesar de esfuerzos gubernamentales, como el estado de excepción declarado para combatir las pandillas y la extorsión, los resultados han sido limitados.

La tasa de homicidios ha mostrado fluctuaciones en los últimos años, con un incremento entre 2020 y 2021, y persisten problemas estructurales que dificultan la reducción efectiva de la violencia