Alemania en recesión por segundo año consecutivo
Por segundo año consecutivo, la economía de Alemania, la mayor de la zona euro, registró una contracción en 2024, debido a problemas estructurales en su modelo industrial y exportador, según datos oficiales publicados a pocas semanas de las elecciones legislativas del 23 de febrero.
El Producto Interno Bruto (PIB) alemán se redujo un 0,2% en 2024, según el instituto Destatis, tras haber caído un 0,3% en 2023, afectado por el alza en los costos energéticos derivados de la invasión rusa a Ucrania.
Durante el último trimestre de 2024, el PIB también cayó un 0,1% respecto al trimestre anterior, consolidando el panorama recesivo. Destatis señaló que las exportaciones, tradicional motor de la economía alemana, «se redujeron a pesar del crecimiento del comercio global».
Presiones estructurales y consumo débil
La presidenta de Destatis, Ruth Brand, destacó que el país enfrenta «presiones cíclicas y estructurales», como la creciente competencia en mercados clave, altos costos energéticos, tasas de interés elevadas y una incertidumbre económica generalizada. Además, el sector automotriz alemán ha perdido competitividad frente a sus rivales chinos.
Por su parte, el consumo interno tampoco logró impulsar la economía, ya que los hogares evitaron gastar debido a la incertidumbre económica, pese a un incremento en sus ingresos.
Proyección negativa para 2025
El déficit público en 2024 se mantuvo en 2,6% del PIB, por debajo del promedio de la UE (3,1%). Sin embargo, los economistas no prevén una recuperación rápida. Jens-Oliver Niklasch, del banco LBBW, advirtió que «todo indica que 2025 será el tercer año consecutivo de recesión».
El banco central alemán redujo su estimación de crecimiento para 2025 a solo un 0,2%, lejos de su proyección inicial del 1,1%. Además, las amenazas del presidente electo de EE. UU., Donald Trump, de imponer aranceles a las importaciones, generan mayor incertidumbre para el país.
Impacto político
La crisis económica ha generado tensión política de cara a las elecciones del 23 de febrero, anticipadas tras el colapso de la coalición gobernante. Según encuestas, la CDU/CSU lidera con un 30% de intención de voto, seguida por la ultraderechista Alternativa por Alemania (AfD) con un 22%, superando a los socialdemócratas del canciller saliente Olaf Scholz, que cuentan con un 16%.