El Ministerio de Deportes de Arabia Saudita anunció esta semana que todos los clubes del campeonato de fútbol del país serán privatizados, continuando con un proceso iniciado el año pasado que ya ha visto la transferencia de cuatro de los clubes más destacados a manos privadas.

Este movimiento tiene como objetivo atraer inversiones y talento internacional al fútbol saudita, beneficiándose de una inyección significativa de capital que permitió fichajes multimillonarios como Cristiano Ronaldo, Karim Benzema y Neymar, contratados por los clubes propiedad del Fondo de Inversión Público (PIF), el fondo soberano del reino.

En la próxima fase de privatización, seis clubes serán vendidos en agosto y otros ocho seguirán en una fecha posterior, seleccionados por su preparación operativa, salud financiera y capacidades administrativas e instalaciones deportivas.

Según el ministerio, la primera ronda de privatizaciones ya ha generado un notable aumento en los ingresos comerciales, con el objetivo de alcanzar los 480 millones de dólares anuales.

Este proceso forma parte de los esfuerzos de Arabia Saudita por transformar su sector deportivo, buscando diversificar su economía y mejorar su reputación internacional más allá del petróleo.