Múnich, 20 de febrero de 2024 – El exfutbolista alemán Andreas Brehme, conocido por su icónico gol en la final del Mundial de 1990 que le dio la victoria a Alemania sobre Argentina, ha fallecido inesperadamente a los 63 años de edad a causa de un infarto.

Su compañera, Susanne Schaefer, confirmó la noticia en un comunicado: «Con profundo dolor comunico en nombre de mi familia que mi compañero Andreas Brehme murió inesperadamente de un paro cardíaco. Pedimos en estos momentos difíciles que se respete nuestra esfera privada».

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Brehme, apodado «Andy», dejó una huella imborrable en el fútbol alemán. Su carrera como jugador estuvo marcada por su talento como lateral izquierdo y su precisión en los lanzamientos de falta, especialmente con su pierna zurda. Sin embargo, en la final del Mundial de 1990, con el marcador empatado y la tensión en el aire, Brehme sorprendió a todos al ejecutar el penalti decisivo con la derecha, anotando el gol que selló la victoria para Alemania.

Una carrera llena de éxitos

A nivel de clubes, Brehme cosechó importantes logros. Ganó la Bundesliga con el Bayern de Múnich en 1987 y con el Kaiserslautern en 1998, equipo con el que también levantó la Copa de Alemania en 1996. Además, en su paso por el Inter de Milán, conquistó la Copa de la UEFA en 1991.

Su participación en la selección alemana fue notable, disputando 86 partidos y anotando 8 goles. Además de su heroica actuación en el Mundial de 1990, Brehme también formó parte del equipo que llegó a la final del Mundial de 1986.

Más allá del fútbol

Tras su retiro como jugador, Brehme incursionó en el mundo de la dirección técnica, sin embargo, no alcanzó el mismo éxito que en su etapa como jugador.

Su legado va más allá del fútbol. Su tenacidad, liderazgo y capacidad para afrontar momentos decisivos lo convirtieron en un ícono para la afición alemana. Su muerte deja un vacío en el mundo del fútbol y en la memoria de aquellos que lo vieron brillar en el campo.

Despedida a un ícono

Las reacciones a su muerte no se han hecho esperar. Personalidades del mundo del fútbol, aficionados y amigos han expresado su dolor y conmoción por la pérdida de Brehme.

«Andreas Brehme fue un jugador excepcional y una gran persona. Su gol en la final del Mundial de 1990 quedará para siempre en la memoria de todos los alemanes», dijo Franz Beckenbauer, exentrenador de la selección alemana.

Un legado imborrable

Andreas Brehme deja un legado imborrable en el fútbol alemán. Su talento, su espíritu de lucha y su memorable gol en la final del Mundial de 1990 lo convierten en una leyenda que perdurará en el tiempo.