Hace unos meses, cuando Gerard Piqué decidía anunciar que se retiraba del fútbol profesional, dejo algo muy claro: no volvería a jugar en otro equipo que no fuese el Barcelona. Pues bien, las cosas parecen haber cambiado con el paso de las semanas.

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Y es que ahora, según informa el medio digital ‘Relevo’, el catalán querría salir de su retiro para jugar profesionalmente en las filas del club del que su empresa es máxima accionista: el FC Andorra.

Una operación excesivamente compleja

El principal problema para que esta situación se pueda dar, al menos en el corto plazo, reside en el control económico de LaLiga. Y es que Gerard vendría de una última experiencia y un último contrato con el FC Barcelona que superaría los 20 millones al año, una cifra inasumible para el club andorrano.

 Y es que, además, Gerard no se podría aplicar el sueldo mínimo para LaLiga SmartBank, sino que tendría que pasar por un Comité de Valoración de la patronal, que sería el que decidiría qué salario mínimo se le podría imputar al central para poder ser inscrito con el conjunto tricolor.

Aunque Gerard podría tirar de la búsqueda de nuevos patrocinios o de una ampliación de capital -qué también está sujeta a unos límites por parte de LaLiga- y estas serían las únicas vías por las que tanto club como jugador podrían tratar de convencer a LaLiga ajustándose a las cifras que establezca para su incorporación.

Cabe recordar que actualmente Piqué continúa inscrito por el FC Barcelona, lo que le está permitiendo cumplir la sanción de 4 partidos que recibió tras ser expulsado en su último encuentro y de los cuales ya ha cumplido uno. (fondosegunda)

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