Platense rescata un empate agónico ante Lobos UPNFM en Choluteca
Choluteca — Bajo un cielo cargado de tormenta y tensión, Platense logró un empate 1-1 frente a los Lobos de la UPNFM en un duelo marcado por la intensidad, el clima adverso y un desenlace dramático.
El encuentro, correspondiente a la jornada 15 del torneo Apertura, dejó emociones al límite y un punto valioso para los porteños en su lucha por la liguilla.
El partido arrancó con buen ritmo, pero al minuto 15 una tormenta eléctrica obligó a suspender las acciones por casi media hora. A pesar del clima hostil, ambos equipos mantuvieron la intensidad. Platense apostó por velocidad en las bandas y orden defensivo, mientras los Lobos dominaron el medio campo con fuerza y presión.
Carlos Pérez estuvo cerca de abrir el marcador para los selacios con un potente zurdazo, mientras Roberto Moreira respondió con un cabezazo que pasó por encima del arco.
Lobos golpean primero, pero el Tiburón no se rinde
En el complemento, el técnico Raúl Cáceres movió sus piezas en busca de profundidad ofensiva. Sin embargo, fueron los locales quienes tomaron ventaja. Al minuto 66, un contragolpe fulminante dejó mal parada a la defensa del Platense y Kike Vázquez definió con clase para el 1-0.
El estadio celebró con euforia, pero el Tiburón mostró su instinto de supervivencia. Con el tiempo en contra, Platense adelantó líneas y presionó alto, buscando el empate con determinación.
Cuando todo parecía perdido, apareció el héroe inesperado. Al minuto 90, Carlos Pérez levantó un centro preciso desde la derecha y Samuel Pozantes, libre de marca, conectó un cabezazo letal que dejó sin reacción al arquero Celio Valladares.
El empate cayó como un balde de agua fría para los Lobos, que no supieron cerrar el partido. Platense celebró el punto como una victoria, sabiendo que cada unidad cuenta en esta recta final.
Tabla apretada y aspiraciones vivas
Con este resultado, Platense suma 19 puntos y se mantiene en la pelea por la liguilla. Los Lobos, en cambio, quedan con 17 y ven complicarse sus opciones. El Apertura sigue encendido, y cada jornada se convierte en una batalla por la supervivencia y el protagonismo.
Entre rayos, lluvia y lucha, el Tiburón demostró que la fe también se juega hasta el último segundo.
