Rueda defendió sus elecciones, entre las que destacan jóvenes talentos como Obregón, Alenis Vargas y Jesús Bátiz, así como el delantero Yustin Arboleda. Al respecto, comentó que el proceso de selección busca integrar nuevos elementos al equipo, mientras se enfrenta a la ausencia de jugadores clave como Anthony Lozano y Kervin Arriaga.

Lozano, quien estaba en recuperación, recayó en una lesión muscular con su equipo, lo que comprometió su participación. Sobre Arriaga, Rueda señaló la desventaja de tener acumulación de tarjetas, ya que algunas selecciones llegan sin amonestaciones.

Con respecto a Bryan Róchez, Rueda explicó que, aunque valora su talento, considera que necesita tiempo para retomar su mejor nivel tras su reciente transferencia a Angola. «A veces, por complacer, uno puede hacer un mal; no estaba en su mejor forma para los últimos juegos», detalló.

Por otro lado, la situación de Romell Quioto fue tratada con mayor firmeza. Rueda mencionó que Quioto había mostrado desinterés en participar, y explicó su decisión con una metáfora: «Si tengo una fiesta que es la concentración, invito a todos mis amigos, y luego me rechazan, es porque me están despreciando.»

Según Rueda, la camiseta de la Selección Nacional es sagrada, y aquellos que no demuestran el compromiso necesario quedan fuera del proceso. Añadió que su ausencia es un mensaje claro sobre el respeto que deben mostrar los jugadores a la afición y a las nuevas generaciones.

El entrenador finalizó reafirmando su enfoque en el grupo de jugadores actuales, con quienes espera enfrentar a México en los próximos días, confiando en que podrán representar a Honduras de la mejor manera en estos partidos cruciales.

SÍGUENOS TAMBIEN EN LA NUEVA RED SOCIAL THREADS