EE. UU. pedirá $15,000 de depósito por visa de turismo
Washington, D.C. – El Gobierno de Estados Unidos anunció el inicio de un programa piloto que podría cambiar drásticamente el proceso de solicitud de visas de turismo y negocios.
A partir de este mes, algunos solicitantes de las visas B-1/B-2 podrían ser obligados a pagar una fianza de hasta $15,000 dólares como condición para obtener el visado.
¿A quiénes afectará esta medida?
La iniciativa, impulsada por el Departamento de Estado, está dirigida a ciudadanos de países que presentan altos índices de permanencia irregular en EE. UU. o que tienen sistemas deficientes de verificación de identidad. Aunque aún no se ha publicado el listado oficial de naciones afectadas, se espera que se dé a conocer al menos 15 días antes de que la medida entre en vigor.
El programa tendrá una duración de 12 meses y se aplicará de forma selectiva. Los funcionarios consulares evaluarán cada caso individualmente y decidirán si el solicitante debe pagar la fianza, que podría oscilar entre $5,000 y $15,000 dólares.
¿Qué pasa con el dinero?
El monto depositado funcionará como una garantía: si el visitante cumple con los términos de su visa y abandona el país en el tiempo estipulado, se le reembolsará el total. En caso de incumplimiento, el dinero no será devuelto.
Según datos oficiales, más de 500,000 personas excedieron el tiempo permitido por sus visas en el año fiscal 2023. Esta política busca enviar un mensaje claro a los gobiernos de países con altos índices de incumplimiento, instándolos a reforzar sus controles migratorios y sistemas de identificación.
Además, esta fianza se suma a otras tarifas migratorias recientes, como el “cargo de integridad de visa” de $250 dólares, aprobado en la última reforma fiscal del presidente Donald Trump.
La medida podría representar un obstáculo económico significativo para turistas y empresarios que planean visitar EE. UU., especialmente aquellos provenientes de países en desarrollo. Aunque el programa es temporal, su implementación podría marcar un precedente en futuras políticas migratorias.
