Kamala Harris y Donald Trump en su último fin de semana en campaña


Este fin de semana, Kamala Harris y Donald Trump están llevando a cabo un frenético recorrido por varios estados muy disputados, en un esfuerzo por captar el voto de los indecisos antes de las elecciones presidenciales del martes en Estados Unidos. Las encuestas muestran un empate técnico entre la vicepresidenta demócrata y el expresidente republicano.

Enfocados en los estados clave

Ambos candidatos están centrando sus esfuerzos en estados donde las elecciones suelen decidirse por márgenes muy estrechos. Harris, que aspira a ser la primera mujer presidenta del país, está realizando mítines en Georgia, Carolina del Norte y Michigan, donde enfatiza que Trump representa una amenaza para la democracia estadounidense. En sus discursos, Harris describe a Trump como un autoritario inestable y obsesionado con la venganza.

Trump busca recuperar la Casa Blanca

Por su parte, Trump, que podría convertirse en el primer presidente con una condena penal y múltiples inculpaciones, está criticando la economía y atacando anuncios demócratas que muestran a esposas de sus simpatizantes votando en secreto por Harris. Trump, de 78 años, sabe que las encuestas indican que las mujeres prefieren a Harris, mientras que los hombres lo prefieren a él. En sus discursos, promete proteger el tejido industrial estadounidense con políticas comerciales agresivas y aranceles elevados.

Retórica extrema y movilización de bases

Trump ha intensificado su retórica, especialmente contra los inmigrantes, para movilizar a sus bases. Ha hecho afirmaciones sin pruebas sobre la violencia causada por inmigrantes ilegales y ha atacado a Harris, diciendo que ella odia a América. A pesar de la nostalgia por su movimiento «Hagamos a Estados Unidos grande de nuevo» (MAGA), Trump está decidido a ganar.

Apoyo de celebridades y temor a la violencia

Harris ha contado con el apoyo de artistas como Beyoncé, Bruce Springsteen y Jennifer Lopez para atraer a jóvenes y latinos, dos grupos electorales cruciales. Sin embargo, crece el temor a posibles estallidos de violencia si Trump pierde y no reconoce su derrota, como ocurrió en 2020. Las autoridades en Washington están tomando precauciones, protegiendo escaparates y preparándose para lo impredecible.

En resumen, ambos candidatos están en una carrera contrarreloj para ganar el apoyo de los votantes en los estados clave, con estrategias y mensajes muy diferentes.


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