Panorama general. Sus vecinos del norte acusan a México de triangular por su frontera el comercio asiático. Según el presidente electo, Donald Trump y el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, inversiones y productos chinos ingresan a Norteamérica a través de tierras aztecas.

• Las quejas tienen como telón de fondo la próxima revisión del T-MEC, en junio de 2026. Los tres temas principales son China, el control del fentanilo y migración.
• Trump quiere imponer un arancel de 60 % a las importaciones chinas para frenar el avance asiático. Acusa a México de convertirse en vía para que productos chinos accedan a su territorio sin pagar gravámenes.
• Asegura que establecerá aranceles de un 25 a un 100 % sobre los envíos mexicanos si el país no es capaz de frenar el flujo de migrantes y tráfico de drogas.

Qué destacar. Desde el Ministerio de Comercio de China se responde afirmando que “nadie ganará una guerra comercial o arancelaria”.

• Pekín recalca la fortaleza de su relación bilateral. Subraya que la cooperación económica y comercial es “mutuamente beneficiosa”.
• Señala que las importaciones de productos chinos han fortalecido el sector manufacturero mexicano, mejorado la competitividad y favorecido a la población.
• Niega las acusaciones de permitir deliberadamente el flujo de precursores químicos del fentanilo hacia EE. UU.

Por qué importa. El aviso de Trump es serio. Un 80 % de las exportaciones mexicanas se dirigen a EE. UU. Desde 2023 desplazó a Pekín como principal socio comercial de Washington.

• En los primeros nueve meses de 2024, los envíos se consolidaron en más de USD 378 000M.
• México importó mercancías de China por USD 114 000M, lo que representó el 19.1 % del total el año pasado. De EE. UU. importó USD 255 000M, es decir, el 42.7 %.
• Esto significa que durante 2023 las importaciones chinas en México ya representaron el 44.7 % de las compras realizadas a EE. UU.

Entre líneas. En 2010 el flujo de capitales chinos en México fue de USD 11M. Desde entonces la inversión china ha ido en ascenso. Los proyectos en suelo mexicano se han disparado.

• De acuerdo con cifras de la Secretaría de Economía, en el primer semestre la IED china en México fue de USD 235M (poco comparado con los más de USD 13 700M de EE. UU.).
• Esos millones aterrizaron en Ciudad de México y los Estados de Jalisco y Coahuila.
• Empresas chinas siguen estableciendo fábricas. Ejemplo: una planta de manufactura de los vehículos eléctricos BYD, para atender al mercado latinoamericano. En una primera fase, la inversión rondará los USD 1000M y generará de 5000 a 10 000 empleos.

Sí, pero. El amago arancelario tiene un objetivo concreto: la industria automovilística de México. Tasas de al menos 100 % a autos hechos en México, argumentando que los hacen marcas chinas.

• Sin embargo, los costos para las fábricas estadounidenses pueden subir y sus ganancias diluirse. EE. UU. necesita la mano de obra barata mexicana.
• Un aumento de aranceles se traducirá en mayores gastos para las empresas. Elevará el riesgo de una menor productividad e inflación más alta.
• En productos como acero y aluminio se presentan casos de material chino importado reetiquetado. También pasa en algunas manufacturas del sector eléctrico, automotriz y materias primas.

¿Ahora qué? La presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, desestima las acusaciones. Asegura que proporcionará pruebas a Washington y Ottawa para demostrar lo contrario.

• Subraya que su administración prioriza el desarrollo de industrias nacionales y el incremento de componentes locales en los productos. De igual modo, un proyecto de sustitución de importaciones chinas por productos fabricados en Norteamérica.
• Rogelio Ramírez de la O, secretario de Hacienda, explica que este plan obedece al alto déficit comercial de casi USD 80 000M con China. “Analizaremos qué productos compramos de más en China para hacerlos en Norteamérica o en México”.
• Para Marcelo Ebrard, secretario de Economía, la prioridad es fortalecer la integración económica. Pero si EE. UU. establece aranceles sobre las exportaciones mexicanas, el Gobierno responderá de la misma manera. 

Balance. El T-MEC tiene un valor estratégico para México. Sobre todo, para su sector manufacturero, con atracción de inversiones, proveeduría y empleos. La amenaza arancelaria afecta a la estabilidad y provoca incertidumbre. Un encuentro con el equipo de Trump antes del cambio de gobierno en enero, así como el diálogo directo con Trudeau son medidas acertadas y necesarias.(republica.gt)