Un escalofriante doble homicidio conmocionó a la población de Comayagua, Honduras. Según el reporte policial, Fernanda y Rubén Edgardo, una pareja de ingenieros originarios de Lejamaní, fueron brutalmente asesinados tras caer en una trampa mortal orquestada por dos mujeres y otros cómplices aún prófugos.

Las autoridades informaron que las víctimas fueron contactadas bajo el pretexto de venderles un vehículo, lo que las llevó a una cita en una casa alquilada en la colonia Villa Universitaria.

De acuerdo con las investigaciones preliminares, las víctimas fueron recibidas con jugo de naranja mezclado con un potente somnífero. Una vez que Fernanda y Rubén quedaron inconscientes, los trasladaron a habitaciones separadas, donde los degollaron sin piedad.

El crimen, perpetrado el viernes, salió a la luz tras la denuncia de desaparición presentada por las familias de los ingenieros. La búsqueda culminó el sábado a las 2:00 de la tarde, cuando los cuerpos fueron hallados sin vida en la vivienda.

La Policía Nacional actuó rápidamente y capturó a una de las sospechosas, Sindi Janeth Domínguez Zelaya, el mismo sábado en Comayagua. La mujer fue detenida mientras intentaba vender el vehículo robado a la pareja en un autolote. Durante el operativo, le incautaron tres cuchillos que podrían haber sido utilizados como armas homicidas.

Horas después, el domingo por la tarde, agentes allanaron una casa en el barrio La Joya, donde arrestaron a la segunda implicada, Jenifer Nicolle Dean Pereira. En el lugar se encontraron evidencias clave: un pantalón y unos tenis con manchas de sangre.

Las autoridades han confirmado que hay más personas involucradas en este atroz crimen y aseguraron que ya están tras su pista para llevarlas ante la justicia. El caso ha generado indignación en la comunidad, mientras las investigaciones continúan para esclarecer los motivos detrás de este brutal asesinato.