El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, expresó este lunes su agradecimiento al presidente de El Salvador, Nayib Bukele, por aceptar la expulsión de cientos de migrantes señalados como terroristas, en un esfuerzo por abordar lo que Trump describe como el problema de «fronteras abiertas» heredado de administraciones anteriores. El encuentro tuvo lugar en el Despacho Oval de la Casa Blanca.

«Teníamos gente estúpida al mando de este país, y lo que nos hicieron en la frontera jamás debe olvidarse. Es un pecado lo que hicieron, y ustedes nos están ayudando. Se lo agradecemos», afirmó Trump dirigiéndose a Bukele. El mandatario estadounidense criticó duramente las políticas migratorias de sus predecesores demócratas, en particular la del expresidente Joe Biden (2021-2025), a las que calificó de «fronteras abiertas» que permitían el ingreso indiscriminado al país.

En el marco de un acuerdo que incluye una inversión de 6 millones de dólares por parte de Washington, cuyos detalles no han sido plenamente revelados, El Salvador ha autorizado el uso de su prisión de máxima seguridad, el Centro de Confinamiento para el Terrorismo (Cecot), para recluir a presuntos miembros de las pandillas Tren de Aragua (TdA) y MS-13 expulsados de Estados Unidos.

Como parte de su ofensiva migratoria, Trump ha señalado al Tren de Aragua como una amenaza invasora en territorio estadounidense, invocando la ley de Enemigos Extranjeros de 1798 para agilizar la deportación de supuestos integrantes de esta organización criminal originada en Venezuela. Sin embargo, expertos han cuestionado esta caracterización, argumentando que la presencia de la pandilla en EE.UU. no equivale a una invasión.