El tirano dictador militariza Venezuela y desata ola de arrestos
En medio de denuncias de fraude y la sombra de una dictadura consolidada, Nicolás Maduro anunció el martes 7 de enero la activación de unos “órganos de dirección integral” (Odis), que integrarán el poder político, las Fuerzas Armadas y cuerpos policiales con el objetivo declarado de “defender la paz” de Venezuela. Esta medida se produce en los días previos al 10 de enero, cuando Maduro insiste en jurar como presidente para un tercer mandato consecutivo, pese a la cuestionada legitimidad de las elecciones de 2024.
Un aparato de control político y militar
Durante un acto en el Palacio de Miraflores, Maduro, vistiendo uniforme camuflado, anunció la conformación de estos organismos mediante decreto presidencial. Según el mandatario, los Odis funcionarán a nivel nacional, estatal, municipal y comunal, integrando el poder popular, la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), la Milicia Bolivariana y las fuerzas policiales.
Maduro aseguró que estas agrupaciones comenzarían a operar “desde esta misma noche” para garantizar el control territorial y la seguridad durante los días 8 y 9, previos a la fecha constitucional para la investidura presidencial.
Elecciones bajo sospecha
El anuncio se da en un contexto de creciente tensión política tras las elecciones presidenciales de 2024, ampliamente denunciadas como fraudulentas por la oposición y la comunidad internacional. Diversos informes señalan irregularidades masivas, desde la manipulación del registro electoral hasta la intimidación de votantes.
Edmundo González Urrutia, líder opositor y principal contendiente en las elecciones, también ha confirmado que se presentará el 10 de enero para asumir lo que considera el mandato legítimo, desafiando directamente a Maduro.
La sombra de una dictadura
Desde su llegada al poder en 2013, Nicolás Maduro ha enfrentado constantes acusaciones de instaurar un régimen autoritario. La represión a opositores, el cierre de medios críticos, la censura y la militarización del Estado han sido características recurrentes de su gobierno, consolidando lo que muchos consideran una dictadura en pleno siglo XXI.
La activación de los Odis es vista por analistas como una estrategia para profundizar el control político y militar, en un intento por sofocar cualquier manifestación de disidencia frente a su controversial tercer mandato. La comunidad internacional sigue de cerca estos acontecimientos, mientras Venezuela se hunde aún más en la polarización política y la crisis económica.