Venezuela pretende «engullir» Honduras afirma columnista del WSJ
*** Según la columnista, Moncada “no está dispuesta a aceptar la derrota” y ha centrado su discurso en sembrar dudas sobre la capacidad del Consejo Nacional Electoral (CNE) para transmitir resultados confiables la noche de las elecciones.
La reconocida columnista estadounidense Mary Anastasia O’Grady publicó un artículo en el prestigioso diario The Wall Street Journal, señalando que “Venezuela pretende engullir a Honduras”.
Su columna, titulada en inglés “Venezuela Aims to Gobble Up Honduras” —traducida como “Venezuela pretende engullir a Honduras”— plantea un severo señalamiento: Honduras se encuentra bajo un proceso de influencia externa que, según ella, replica el modelo de control político que Venezuela y Cuba han consolidado en la región.
O’Grady inicia su texto citando movimientos recientes de una flotilla de la Marina de Estados Unidos en el sur del Caribe, el rol del régimen de Nicolás Maduro y la estrategia que denomina “Cubazuela”, una mezcla de intereses políticos entre La Habana y Caracas.
Aunque estos temas acaparan titulares, asegura que pasa desapercibida una agenda más profunda: “devorar” a los países más pequeños mediante la erosión sistemática de sus instituciones democráticas.
En su columna afirma que Nicaragua ya ha sido consumida, transformándose en un Estado policial alineado plenamente con Caracas, y sostiene que Honduras sería el siguiente objetivo, especialmente por factores como la debilidad institucional y la existencia de numerosas pistas clandestinas vinculadas al narcotráfico.
O’Grady subraya que Honduras llegará a las elecciones del 30 de noviembre de 2025 en un ambiente político frágil. En esa fecha, los hondureños elegirán presidente, 298 alcaldes y los 128 diputados del Congreso Nacional. Aunque la presidenta Xiomara Castro no estará en la boleta, la columnista asegura que su administración está “utilizando todos los trucos del manual venezolano” para intentar mantener a Libre en el poder.
Dentro de su análisis, O’Grady enfoca especial atención en la candidata oficialista Rixi Moncada, a quien describe como muy relegada en las encuestas frente al liberal Salvador Nasralla y el nacionalista Nasry Asfura.
Según la columnista, Moncada “no está dispuesta a aceptar la derrota” y ha centrado su discurso en sembrar dudas sobre la capacidad del Consejo Nacional Electoral (CNE) para transmitir resultados confiables la noche de las elecciones.
“La idea es destruir la confianza del público en la credibilidad de los contadores de votos”, sostiene. Agrega que Moncada ha llamado a una “movilización permanente” de sus simpatizantes, incluyendo —según O’Grady— la participación de grupos conocidos como “colectivos”, que operan en Venezuela como milicias de intimidación.
El rol de las Fuerzas Armadas también es mencionado en la columna. La autora afirma que el ejército hondureño, encargado de transportar el material electoral y resguardar el orden público, ha sido “politizado por Libre”, lo que aumenta la preocupación dentro y fuera del país.
O’Grady también señala acciones de la Fiscalía hondureña, encabezada por Johel Zelaya, a quien describe como cercano a la presidenta Castro. Según su apreciación, la apertura de investigaciones de “lawfare” contra miembros de la oposición en el CNE alimenta temores de interferencia en el proceso electoral.
La columnista recuerda que la tensión aumentó tras una disputa interna del CNE durante el verano, lo que retrasó preparativos técnicos clave para el día de votación. Este panorama, afirma, “genera miedo a un fraude y violencia, como ocurrió en Venezuela en julio de 2024”.
O’Grady enfatiza que Estados Unidos sigue de cerca el panorama hondureño. Menciona que el subsecretario Christopher Landau instó públicamente a las autoridades y a las Fuerzas Armadas a “adhesión escrupulosa” a la Constitución hondureña y prometió que la administración Trump responderá “rápida y decisivamente” ante cualquier actor que intente socavar la integridad del proceso electoral.
La Organización de Estados Americanos (OEA) también intervino la semana pasada, exhortando al país a respetar la autonomía del CNE.
La columnista retrocede hasta 2009 para recordar lo que, según ella, fue el primer intento de Venezuela por influir directamente en Honduras, cuando el entonces presidente Manuel Zelaya pretendía someter a consulta la eliminación de los límites de mandato.
Aquella iniciativa, vinculada a boletas enviadas por Hugo Chávez, provocó una crisis que terminó con la expulsión de Zelaya, un hecho aún debatido en la política hondureña.
Más adelante, O’Gradycuestiona el desempeño del gobierno actual en temas económicos y de inversión. Señala que los ataques contra empresarios y capital extranjero habrían frenado iniciativas productivas esenciales para el empleo y el crecimiento, que hoy dependen en gran parte de las remesas.
También menciona problemas graves de seguridad: narcotráfico, extorsión y violencia de pandillas, sin omitir las acusaciones de vínculos entre miembros del Partido Libre y estructuras criminales, surgidas en 2024.
La columnista dedica parte del análisis a cuestionar la presencia de familiares cercanos de la presidenta en puestos clave y señala que sus hijos mantienen oficinas dentro de Casa Presidencial, algo criticado por la oposición.
Finalmente, cita el informe de Transparencia Internacional, publicado el 6 de noviembre, que advierte que las presiones sobre instituciones estatales podrían afectar la integridad de las elecciones de 2025.
O’Grady cierra su columna con una frase contundente: “Los hondureños merecen una elección libre y justa. Pero defender su voto podría no ser fácil”.(Tomado de tunota.com)
