El 30 de octubre no es una fecha al pasar para los futboleros argentinos. Esta fecha representará para siempre, algo más que un simple lugar en el calendario o un mero recuerdo para el fútbol, un deporte que ha conseguido impregnarse en una cantidad incalculable de culturas con su pasión, hermetismo y magia. Diego Armando Maradona significa algo más que simplemente un futbolista; en un límite donde las divinizaciones humanas pueden alcanzarse a través del amor incondicional de sus fanáticos; en donde un pibe de la villa puede llegar a lograr objetivos por los cuales un país entero alcanzó la cima del mundo remitiéndose a la rama estrictamente deportiva.

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Maradona se asemeja a una especie de “Dios del fútbol” para quienes lo aman e idolatran, porque a pesar de los errores que sus detractores quieren inculcarle, estos fanáticos consideran al igual que la célebre frase de Cicerón, «que le hizo un bien a la humanidad». La muerte de Diego Maradona ubicó al astro en el lugar donde el tiempo hace inmortal a los seres humanos, en lo más profundo de los recuerdos de quienes lo admiran. Lo ubicó en el olimpo de los ídolos populares argentinos.

Lo que también argumenta la divinización que alcanzó por parte de sus fanáticos, es la vida que llevó Diego: un camino lleno de aventuras, golpes, logros, glorias y derrotas que han envuelto al hombre que hizo de su nombre «una estrella llena de gol y gambeta» como compuso el cantante Rodrigo (fallecido en el año 2000), en su homenaje musical llamado «La mano de Dios»; quizás una de las mejores canciones que resume lo que significa este personaje en la vida de todos los futboleros argentinos.

En el Policlínico Evita de la ciudad de Lanús, nació Diego Maradona el 30 de octubre de 1960: la personalidad argentina más conocida en todo el mundo. Jamás alcanzarán los hechos, las palabras y los análisis, para determinar que el astro argentino fue uno de los mejores futbolistas de toda la historia, además de ser uno de los deportistas que mejor trató a la pelota en todo el planeta. Tanto es así, que la propia FIFA, a pesar de sus idas y vueltas en su relación, le entregó el galardón del mejor jugador del Siglo XX. (airedigital)

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