El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, expresó su enérgico rechazo este martes a la decisión de un juez federal en Texas que ha suspendido temporalmente un programa diseñado para facilitar la regularización de migrantes casados con ciudadanos estadounidenses.

En junio, la administración Biden implementó una medida que simplifica el proceso de obtención de la tarjeta verde para migrantes casados con ciudadanos estadounidenses y sus hijos, permitiéndoles así solicitar la residencia sin necesidad de salir del país. Sin embargo, el lunes, el juez federal Campbell Barker en Tyler, Texas, accedió a la solicitud de 16 estados liderados por republicanos para frenar el programa.

Biden calificó el fallo como “incorrecto” y destacó que la decisión innecesariamente separa a las familias. En un comunicado, el presidente reiteró el compromiso de su administración de luchar por la unidad familiar y la continuidad del programa.

El fallo judicial impide que el gobierno procese nuevas solicitudes bajo el programa a partir de ahora, aunque no afecta a las solicitudes que ya han sido aprobadas desde la apertura de inscripciones hace una semana, según el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS).

Este programa estaba dirigido a cónyuges de ciudadanos estadounidenses que han residido en el país durante al menos 10 años, facilitándoles la obtención de permisos de trabajo y la posibilidad de solicitar la ciudadanía. Biden enfatizó que el programa no modifica los requisitos migratorios, sino que simplemente permite a estos residentes de larga duración presentar su documentación dentro del país.

La migración ilegal se ha convertido en un tema candente en las elecciones del 5 de noviembre, donde la vicepresidenta Kamala Harris y el expresidente Donald Trump se enfrentan. Los republicanos critican a Biden por no actuar con suficiente firmeza frente a la inmigración, mientras que Biden sostiene que él no está jugando a la política con este asunto y ha culpado a Trump por obstaculizar un intento bipartidista de encontrar una solución.

Trump, por su parte, ha prometido llevar a cabo la “deportación más grande” de migrantes en la historia de Estados Unidos y cerrar la frontera con México si regresa a la presidencia. Biden, en contraste, ha subrayado su intención de resolver problemas migratorios sin recurrir a la política divisiva.