TOKIO — El presidente Biden señaló el lunes un enfoque de mayor confrontación con China en múltiples frentes, emitiendo una fuerte advertencia contra cualquier posible ataque a Taiwán al mismo tiempo que su administración está involucrada en amplios esfuerzos para hacer retroceder la agresión de otra superpotencia, Rusia.

Hablando con los periodistas durante su primer viaje a Asia como presidente, Biden dijo que Estados Unidos defendería militarmente a Taiwán si fuera atacado por China, a pesar de la política estadounidense de permanecer vago sobre el tema, y ​​que disuadiría a Beijing de agredir en Taiwán y en otros lugares. fue una de las razones por las que era fundamental castigar al presidente ruso, Vladimir Putin, por su “barbarie en Ucrania”.

Cuando se le preguntó si Estados Unidos defendería militarmente a Taiwán si es atacado por China, Biden dijo: “Sí, ese es el compromiso que asumimos”.

Añadió: “Estamos de acuerdo con la política de ‘Una China’… pero la idea de que puede ser tomada por la fuerza, simplemente tomada por la fuerza, simplemente no es apropiada. Dislocaría toda la región y sería otra acción similar a lo que sucedió en Ucrania. Y entonces es una carga que es aún más fuerte”.

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Un funcionario de la Casa Blanca dijo que los comentarios de Biden simplemente reiteraron una promesa hecha a través de una ley de 1979 de que Estados Unidos proporcionaría a Taiwán los medios militares para la autodefensa. Pero en el contexto actual, una visita presidencial a Seúl y Tokio y la confrontación urgente de Occidente con Rusia por Ucrania, las palabras tuvieron una resonancia más poderosa y provocaron reacciones en varios países de la región.

Estados Unidos ha mantenido durante mucho tiempo una política de ambigüedad estratégica hacia Taiwán, lo que significa que no está claro deliberadamente qué haría si se trata de defender a Taiwán. La política de “Una China” es un juego de prestidigitación diplomática de larga data en virtud del cual EE. UU. reconoce la posición de China de que solo hay un gobierno chino, pero no acepta la opinión de Beijing de que Taiwán está bajo su control legítimo.(Washingtonpost.com)