El presidente chileno, Gabriel Boric, expresó este viernes su respeto por el expresidente Sebastián Piñera durante su funeral de Estado, destacando aspectos de su legado y su servicio a la patria, a pesar de las diferencias políticas previas.

Boric describió a Piñera como un líder que «abrió camino a una derecha moderna y democrática» y elogió su enfoque en poner a Chile en primer lugar, sin dejarse llevar por el fanatismo o el rencor. Además, reconoció que su presidencia le permitió comprender mejor a Piñera y a los presidentes anteriores.

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A pesar de haber sido un férreo opositor en el pasado, Boric destacó la importancia de reivindicar el legado de Piñera como un acto de entendimiento y pragmatismo, resaltando su liderazgo resiliente y su capacidad para cambiar de rumbo cuando era necesario.

Boric también mencionó que llegará el momento de ponderar las luces y sombras del legado de Piñera, pero que en ese momento no era apropiado.

El presidente recordó algunos logros de Piñera, como la salvación de los 33 mineros atrapados en la mina San José y la adquisición temprana de vacunas contra el coronavirus durante la pandemia, así como los desafíos y críticas que enfrentó, como la ola de protestas de 2019.

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La ceremonia contó con la presencia de otros expresidentes, ministros del gabinete de Boric, representantes de todo el espectro político y líderes de los poderes del Estado.

El discurso de Boric durante el funeral de Estado generó reacciones, incluyendo críticas de sectores de la izquierda más radical, pero también mostró un gesto de respeto al participar en una «guardia de honor» junto a otros expresidentes y despedir simbólicamente al exmandatario.

La ceremonia finalizó con un emotivo abrazo a la viuda de Piñera, Cecilia Morel, y el cortejo fúnebre se trasladó a la Catedral Metropolitana, donde se ofició una misa en su honor.