Bukele logra la reelección indefinida para perpetuarse en el poder
Mediante un proceso abreviado, la Asamblea Legislativa reformó cuatro artículos de la Constitución referentes a la reelección, la duración del periodo presidencial y la segunda vuelta.
La Asamblea Legislativa reformó la Constitución para permitir la reelección indefinida del presidente de la República.
La iniciativa impulsada por el partido oficialista, Nuevas Ideas, también contempla la extensión del mandato presidencial a seis años y la eliminación de la segunda vuelta.
Con el fin de implementar el nuevo orden electoral, la reforma incluye una medida transitoria que finaliza el periodo presidencial actual de manera anticipada, en 2027.
Tras las modificaciones constitucionales, Nayib Bukele, sin embargo, podría presentarse nuevamente en las elecciones generales organizadas para ese año.
La propuesta se presentó y aprobó en la sesión legislativa de esta tarde, utilizando el mecanismo de “dispensa de trámite”, que permite la aprobación exprés de una ley, sin que pase por la discusión previa de una comisión legislativa.
La iniciativa fue presentada por la diputada Ana Figueroa y obtuvo las firmas de respaldo de los otros 53 diputados de Nuevas Ideas, más 3 de los partidos aliados, PCN y PDC.
La reforma establece cambios en cuatro artículos, eliminando algunas de sus disposiciones: El artículo 75, que sanciona la promoción de la reelección presidencial; el artículo 80, que establece la posibilidad de una segunda vuelta electoral; el artículo 152, que prohíbe al presidente en funciones ser candidato presidencial; y el artículo 154 que establece la duración del periodo presidencial en 5 años.
Figueroa defendió su propuesta argumentando la necesidad de dar soberanía a los electores sobre la cantidad de tiempo que los funcionarios deben permanecer en el cargo.
“Solamente ustedes van a decidir hasta cuándo apoyan a su presidente y a todos los cargos de elección popular”, dijo al presentar la iniciativa.
El oficialismo también sostuvo que la reforma es necesaria para garantizar el proyecto político liderado por Bukele. “Estamos contribuyendo a la refundación de este país, a este proyecto que tantos años nos negaron (…) qué bueno poder tomar decisiones y poder establecer marcos normativos que nos permitan responder a las necesidades de estos tiempos”, señaló Elisa Rosales, de Nuevas Ideas.
El bloque de oposición, sin embargo, criticó la reforma como una manera de “abuso de poder” y vulneración a la democracia. “Han hecho una confesión pública de matar la democracia disfrazada de legalidad.
Esta es la crónica de una muerte anunciada que lleva varios años fabricándose en esta Asamblea”, dijo Marcela Villatoro, de Arena.
En respuesta, la diputada Suecy Callejas negó que se tratara de un capricho político y aseveró que la reforma ”es una demanda ciudadana que nació en las urnas”.
“El Salvador ya cambió y su Constitución debe reflejar ese cambio”, señaló.Claudia Ortiz, del partido Vamos, cuestionó la legitimidad de la reforma.
“Esto no es democracia, es un abuso de poder y una caricaturización de la democracia”, dijo.
Además, recordó que el artículo 88 establece que la alternancia en el ejercicio de la presidencia de la República “es indispensable para el mantenimiento de la forma de gobierno y sistema político establecidos” y que “la violación de esta norma obliga a la insurrección.
Tras un proceso de cuatro horas, la iniciativa fue aprobada con el voto de los 57 diputados firmantes de la propuesta.
En la red social X (antes Twitter), representantes de organizaciones defensoras de la democracia reaccionaron contra la reforma y sus consecuencias para la concentración del poder en el país.
“Un jueves antes de vacaciones, sin aviso público, sin debate y sin participación ciudadana: cambiaron el sistema político para perpetuar al mismo en el poder indefinidamente.
Pero el pueblo manda todavía… ¿verdad?”, escribió Noah Bullock, director de Cristosal.Juanita Goebertus, directora de Amnistía Internacional, señaló que el país recorre el mismo camino que Venezuela.
“Empieza con un líder que usa su popularidad para concentrar poder, y termina en dictadura”.
La Directora para Centroamérica de Wola, Ana María Méndez, hizo un llamado a la Organización de los Estados Americanos (OEA). ”Es momento que la OEA actúe ante una abierta violación a la Carta Democrática”, escribió.
