Congresistas demócratas: EUA no puede ser cómplice del colapso de la democracia salvadoreña
En carta al secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, congresistas demócratas acusan a la administración trump de ser “apologista de la corrupción y el autoritarismo” que amenazan a la región.
Trece congresistas estadounidenses del Partido Demócrata enviaron una carta al Secretario de Estado de ese país, Marco Rubio, rechazando el “apoyo vocal” de la administración de Donald Trump al reciente “golpe de Estado” de Nayib Bukele en El Salvador, tras la aprobación de las reformas constitucionales que abren la puerta a su reelección indefinida.
«Bajo la administración Trump, EUA está dispuesto a elegir favoritos y cualquier déspota latinoamericano de poca monta puede comprar el respaldo estadounidense por una miseria”, dice la carta.
I’m calling out the Trump Administration’s support—at the expense of U.S. national security interests—for Salvadoran President Nayib Bukele’s latest power grab: eliminating presidential term limits. The U.S. can't afford to be complicit in the collapse of El Salvador’s democracy. pic.twitter.com/29po4O7UIs
— Senator Tim Kaine (@SenTimKaine) September 10, 2025
El reclamo de los congresistas hace referencia a un comentario emitido por el Departamento de Estado en respuesta a una consulta de la agencia The Associated Press, con respecto a la aprobación de la reelección presidencial indefinida en El Salvador, avalada el 31 de julio por la Asamblea de mayoría oficialista.
En una publicación del 6 de agosto, la agencia señaló que un vocero de la institución dijo que el Gobierno de Estados Unidos “rechaza la comparación del proceso legislativo de El Salvador, basado en la democracia y constitucionalmente sólido, con regímenes dictatoriales ilegítimos en otras partes de nuestra región”.
Además, el 12 de agosto, el Departamento de Estado publicó su informe anual de derechos humanos, el cual fue criticado por organismos internacionales por presentar omisiones con respecto a los abusos y violaciones a derechos humanos cometidos bajo el régimen de excepción impuesto en El Salvador.

En ese sentido, la carta indica que “la evaluación del Departamento de Estado de que la toma de poder de Bukele no es comparable a la de otros líderes autoritarios es simplemente falsa, al igual que su encubrimiento del historial de Bukele en materia de derechos humanos”.
Los congresistas afirman que en los últimos años, las instituciones de El Salvador han sido sistemáticamente capturadas por el partido oficialista y que “existen numerosos indicios” de que su gobierno, en diferentes momentos, ha colaborado con el crimen organizado.
“Fiscales federales estadounidenses han acusado con credibilidad a Bukele y a sus asesores de negociar con las pandillas salvadoreñas mucho antes de que Bukele llegara a la presidencia, ofreciendo impunidad a los líderes de las pandillas a cambio de apoyo político que contribuyó a construir la supermayoría de Nuevas Ideas”, apunta el texto de la carta.
Además, los congresistas reclaman que el mandatario y sus aliados han restringido “sistemática y agresivamente el espacio cívico —desplegando vigilancia ilegal contra periodistas— y han implementado un ‘estado de excepción’ que suspende las libertades civiles básicas de los salvadoreños y concentra el poder en el Ejecutivo”.
El documento critica la falta de independencia del Organismo Judicial en el país, controlado por jueces “nombrados a dedo”, así como la detención arbitraria de defensores de derechos humanos como los abogados Ruth López y Enrique Anaya, y la represión contra la prensa, que ha llevado a la salida del país de más de 40 periodistas por temor a represalias.
El documento hace un llamado a la administración de Trump a “considerar detenidamente el impacto gravemente adverso” que el apoyo al autoritarismo del Gobierno salvadoreño tendrá en la democracia del país y los intereses estadounidenses en la región americana.
“Instamos a la Administración a reafirmar de inmediato su compromiso de priorizar los objetivos de seguridad nacional de Estados Unidos, que sin duda incluyen el fomento de la gobernanza democrática y los derechos humanos en El Salvador, en lugar de servir como apologista de la corrupción y el autoritarismo que amenazan la estabilidad regional”, dice el texto.
La carta cierra señalando que Estados Unidos no debe actuar como “apologista de la corrupción y el autoritarismo que amenazan la estabilidad regional” y tampoco puede “permitirse ser cómplice, ya sea por silencio u omisión, del colapso de la democracia salvadoreña”.
La misiva está firmada por los senadores Tim Kaine, Chris Van Hollen, Richard J. Durbin, Bernard Sanders, Peter Welch y Alex Padilla. Además, firman los representantes de cámara James P. Mcgovern, Juan Vargas, Jonathan L. Jackson, Darren Soto y Pramila Jayapal.
