
Costa Rica recibe deportados y se compromete a enviarlos a sus países incluyendo China
*** Hay una clara subordinación de Costa Rica a las decisiones de Estados Unidos, afirma analista
“Estamos ayudándole al hermano económicamente poderoso del norte, a quien si nos ponen un impuesto en zona franca nos friega”, afirmó el presidente Rodrigo Chaves el miércoles 19 de febrero en Buenos Aires de Puntarenas. De esta forma, justificó la decisión de Costa Rica de acoger hasta 200 migrantes deportados por Estados Unidos, para que sea nuestro país el que se encargue de su repatriación al continente asiático.
Al mismo tiempo que el mandatario pronunciaba estas palabras, un correo electrónico llegaba a las bandejas de las diputadas Johanna Obando y Cynthia Córdoba, ambas del Partido Liberal Progresista (PLP), notificándoles que el Gobierno de EE. UU. había revocado sus respectivas visas.
La noticia generó impacto, pero no sorpresa. En la memoria de legisladores y periodistas, aún estaban frescas las amenazas inéditas que, 15 días antes, había pronunciado Marco Rubio, secretario de Estado de Trump, luego de una reunión con Chaves en la Casa Presidencial, en San José.
Ese día, dijo que Estados Unidos estaba dispuesto a castigar a altos funcionarios costarricenses que colaboren con actores extranjeros que representen una amenaza para la ciberseguridad del país, con una clara alusión a China.
Y al menos la diputada Johanna Obando sí investigó la decisión de la administración de Chaves de impedir la participación de empresas de China en la tecnología 5G. De hecho, denunció haber sido objeto de seguimientos y de amenazas por ello.
“En guerra avisada no muere soldado”, externó Pilar Cisneros, la diputada jefa del oficialista Partido Progreso Social Democrático (PPSD), cuando Diario Extra le consultó sobre la decisión del gobierno norteamericano de retirar las visas a dos legisladoras costarricenses. Dijo no tener certeza de que la cancelación fuera señal de que Rubio estuviese cumpliendo su palabra, pero aun así enunció el popular refrán.
Para el analista internacional Carlos Murillo, lo que está sucediendo es muestra de que Costa Rica decidió entregarse a los intereses de Estados Unidos, en su disputa comercial contra China.
“Es preocupante primero a lo interno de Costa Rica porque significa que ya el Gobierno de Costa Rica está comprometido en la confrontación mundial con los Estados Unidos y se convierte en adversario de China.
Costa Rica está hoy casada con los Estados Unidos en esa confrontación mundial”, explicó el académico de la Universidad Nacional (UNA).
Las dos diputadas tienen en común que fueron mencionadas, junto con el legislador fabricista José Pablo Sibaja, del Partido Nueva República (PNR), en un reportaje del canal Opa sobre reuniones con representantes de la empresa china Huawei.
Luego de que esta información se hizo pública, Obando denunció ser víctima de seguimientos y de recibir amenazas. Por este caso, la diputada fue citada a declarar ante la Fiscalía General de la República.
LLEGAN LOS MIGRANTES HASTA DE ASIA
135 migrantes de Asia Central, África y Europa, deportados por el Gobierno de Estados Unidos, aterrizaron este jueves a las 4:44 p.m. en el Aeropuerto internacional Juan Santamaría, después de un vuelo de 5 horas y 17 minutos desde San Diego, en California.
Los extranjeros permanecerán unos minutos Base Dos y luego serán trasladados en buses al Centro de Atención Temporal a Migrantes (CATEM), en Corredores de Puntarenas.
El vuelo GXA6131 despegó a las 11:27 a. m. (hora de Costa Rica) del Aeropuerto Internacional de San Diego, más de tres horas después de lo programado, por problemas climatológicos. En la aeronave, un Airbus A320, viajaban 65 niños, todos acompañados y 70 adultos, incluido un adulto mayor y dos mujeres embarazadas. Este es el primer grupo de un total de 200 personas que Costa Rica aceptó recibir desde la nación norteamericana.
El director general de Migración, Omer Badilla, aseguró que el protocolo tras el aterrizaje incluye la atención de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y las instituciones estatales, como el Patronato Nacional de la Infancia (PANI), para asegurar los derechos de los migrantes.
En seguida, entre tres y cuatro autobuses los transportarán hasta el CATEM, donde se espera que permanezcan 30 días mientras se gestionan los retornos voluntarios a sus países.
Badilla detalló que este vuelo trajo nueve personas de Afganistán, 17 de Armenia, seis de Azerbaiyán, 26 de China, ocho de Georgia, dos de Ghana, cinco de Irán, cuatro de Jordania, tres de Kazajistán, ocho de Rusia, diez de Turquía, 30 de Uzbekistán y siete de Vietnam.
“El Gobierno de los Estados Unidos analizó a cada una de las personas y no tienen ninguna alerta de seguridad”, apuntó el director.
Agregó que la mayoría de extranjeros quiere volver a su país, pero si alguno deseara solicitar refugio en Costa Rica, “se atenderían puntualmente los casos específicos”.
Asimismo, Badilla estimó que los restantes 65 migrantes que Costa Rica se comprometió a recibir serían enviados en los próximos días.(nacion.com)