Washington D.C., Estados Unidos – Estados Unidos ha intervenido directamente en el conflicto entre Israel e Irán, lanzando un poderoso ataque con bombas antibúnker y misiles Tomahawk contra tres importantes instalaciones nucleares en territorio iraní.

La operación, que ha sido confirmada por el presidente estadounidense Donald Trump, marca una escalada significativa en las tensiones en Oriente Medio.

Según Sean Hannity de Fox News, quien conversó con el presidente Trump, el asalto incluyó el lanzamiento de entre cinco y seis bombas antibúnker desde bombarderos furtivos B-2, así como una treintena de misiles Tomahawk disparados desde submarinos y destructores estadounidenses.

Los objetivos principales fueron las instalaciones nucleares de Natanz, Estefan y Fordow.

Hannity detalló que Natanz y Estefan fueron «destruidas con 30 misiles Tomahawk» lanzados a unos 640 kilómetros de distancia. Por su parte, la instalación de Fordow, considerada una fortificación clave en el programa de enriquecimiento de uranio de Irán, fue «completamente destruida» en los ataques, según fuentes consultadas por Fox News, información que el propio presidente Trump respaldó al republicar en línea.

La operación de los bombarderos B-2, que requirió que al menos tres de estas aeronaves de última generación sobrevolaran Irán, fue ejecutada con una estrategia de distracción.

Inicialmente, se detectó a varios B-2 en ruta hacia el Pacífico, lo que sugería un ataque más tardío. Sin embargo, según Fox News, los bombarderos volaron de manera subrepticia hacia el este, desde la base aérea de Whiteman, en Misuri, para una aproximación más directa y rápida hacia Irán.

Este ataque se produce después de varios días de que la Casa Blanca sopesara una intervención militar en el marco del conflicto en curso entre Israel e Irán, señalando una postura más contundente de Estados Unidos en la región.