Altos funcionarios de Estados Unidos y Rusia se reunieron este martes en Riad en un intento por reanudar el diálogo bilateral, en el contexto de las tensiones derivadas de la guerra en Ucrania. Este encuentro, del que quedaron excluidos Ucrania y los principales países europeos, ha generado preocupación en Kiev y en las capitales del continente.

Un acercamiento con incertidumbre

La delegación estadounidense, encabezada por el secretario de Estado Marco Rubio y el consejero de Seguridad Nacional Mike Waltz, se reunió con el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, y el asesor del Kremlin, Yuri Ushakov. Aunque no se trató de una negociación formal, la cita buscó preparar el terreno para futuras conversaciones sobre el conflicto en Ucrania.

El presidente ruso, Vladimir Putin, expresó su disposición a negociar con su homólogo ucraniano, Volodímir Zelenski, aunque el Kremlin reiteró su negativa a que Ucrania se una a la OTAN. Mientras tanto, la Unión Europea manifestó su inquietud por un posible acuerdo excluyente, con el presidente francés Emmanuel Macron promoviendo una postura común entre los aliados europeos.

Posibles consecuencias

El encuentro en Riad podría derivar en una reunión entre Trump y Putin en Arabia Saudita. Además, Rusia espera avances en el área económica con EE.UU. en los próximos meses. El papel del reino saudí, que mantiene una postura neutral en el conflicto, cobra relevancia en las estrategias de ambas potencias.