Washington, 1 de octubre de 2025. — El gobierno de Estados Unidos entró oficialmente en cierre parcial tras fracasar las negociaciones entre republicanos y demócratas para aprobar un nuevo paquete de financiamiento federal. Se trata del primer cierre en siete años; el último ocurrió durante el primer mandato de Donald Trump.

La falta de acuerdo en el Congreso obligó al cese temporal de varias operaciones gubernamentales consideradas no esenciales, lo que afecta a agencias federales, parques nacionales y programas administrativos, mientras que los servicios básicos y de seguridad nacional se mantienen en funcionamiento.

Choque político

La disputa partidista se reflejó incluso en la Casa Blanca. En su página web oficial, el gobierno instaló un reloj digital que contabiliza las horas transcurridas desde el inicio de lo que denominan “el cierre demócrata”, responsabilizando a la oposición de bloquear los fondos necesarios para evitar la paralización.

Por su parte, líderes demócratas han acusado a la administración de utilizar el cierre como herramienta política, insistiendo en que las propuestas republicanas incluyen recortes inaceptables a programas sociales y de salud.

Impacto e incertidumbre

Aunque aún no se calculan plenamente los efectos económicos, cada día de cierre implica retrasos en pagos, suspensión de salarios a empleados federales y un aumento de la incertidumbre en los mercados financieros.

El nuevo enfrentamiento revive un debate recurrente en la política estadounidense sobre el uso del presupuesto federal como arma de presión entre el Ejecutivo y el Legislativo.