Este jueves, el gobierno de Estados Unidos anunció la liberación de 135 presos políticos «injustamente detenidos en Nicaragua».

La Casa Blanca expresó su agradecimiento al gobierno de Guatemala por su «generosidad» al aceptar recibir a estos ciudadanos.

Entre los liberados se encuentran 13 miembros de la organización evangélica Mountain Gateway, laicos católicos, estudiantes y otros individuos que el presidente nicaragüense Daniel Ortega y la vicepresidenta Rosario Murillo consideran una amenaza para su régimen autoritario.

La liberación se llevó a cabo por «motivos humanitarios», según indicó Jake Sullivan, asesor de Seguridad Nacional.

Estados Unidos destacó su gratitud por el apoyo del gobierno guatemalteco, liderado por Bernardo Arévalo, quien ha mostrado un continuo compromiso con las cuestiones humanitarias y la defensa de la libertad democrática en la región.

Los nicaragüenses liberados podrán, una vez en Guatemala, solicitar vías legales para reanudar sus vidas en Estados Unidos u otros países mediante la iniciativa de la Oficina de Movilidad Segura.

Washington también instó al gobierno de Nicaragua a poner fin de inmediato a las detenciones y encarcelamientos arbitrarios, recordando que este abuso ha aumentado desde las protestas prodemocracia de 2018, que dejaron más de 300 muertos, según la ONU.

En 2023, el régimen de Ortega ha continuado su represión, encarcelando y despojando de nacionalidad a 316 críticos, incluidos políticos, periodistas e intelectuales, y atacando sistemáticamente a la iglesia católica y las organizaciones no gubernamentales.

El presidente Joe Biden y la vicepresidenta Kamala Harris reafirmaron su agradecimiento al mandatario guatemalteco por su liderazgo en la lucha por la democracia y los derechos humanos en la región.