Fallece James Watson, pionero del ADN y Nobel de Medicina, a los 97 años
Nueva York, EE.UU. — El mundo científico despide a uno de sus protagonistas más influyentes del siglo XX: James Dewey Watson, genetista estadounidense y coautor del descubrimiento de la estructura del ADN, falleció este viernes a los 97 años, según confirmó el Laboratorio Cold Spring Harbor, institución donde desarrolló gran parte de su carrera.
Watson, junto a Francis Crick, descifró en 1953 la arquitectura de la doble hélice del ácido desoxirribonucleico, un hallazgo que transformó la biología moderna y sentó las bases de la genética contemporánea. En 1962, ambos científicos compartieron el Premio Nobel de Medicina con Maurice Wilkins, reconociendo una investigación que permitió comprender el código genético y los procesos de síntesis de proteínas.
Trayectoria académica y científica
Nacido el 6 de abril de 1928 en Chicago, Watson mostró desde joven una inclinación por la ciencia. A los 15 años obtuvo una beca para la Universidad de Chicago, donde se graduó en zoología en 1947. Posteriormente, se doctoró en genética en la Universidad de Indiana y se trasladó a Europa para continuar sus investigaciones.
Su interés por los patrones de rayos X aplicados al ADN lo llevó a colaborar con científicos del King’s College de Londres, entre ellos Rosalind Franklin y Maurice Wilkins. Fue en ese entorno donde conoció a Crick, con quien formó una de las duplas más célebres de la historia científica.
Watson también fue profesor en Harvard durante 15 años y dirigió el Laboratorio Cold Spring Harbor, convirtiéndolo en un referente mundial en biología molecular. Entre 1988 y 1992, participó como director en el ambicioso Proyecto Genoma Humano, impulsado por los Institutos Nacionales de Salud (NIH).
Controversias y declive público
A pesar de sus contribuciones científicas, Watson fue objeto de fuertes críticas por declaraciones racistas y sexistas que empañaron su legado. En 2007, tras afirmar que dudaba de la igualdad intelectual entre razas, fue apartado de su cargo en Cold Spring Harbor. En 2014, marginado por la comunidad científica, decidió subastar su medalla del Nobel.
Su figura permanece como una mezcla de genialidad científica y polémica ética, recordada tanto por su impacto en la genética como por sus declaraciones que generaron rechazo.
Legado en la ciencia
El descubrimiento de la doble hélice del ADN no solo revolucionó la biología, sino que abrió caminos hacia la medicina personalizada, la ingeniería genética y el estudio de enfermedades hereditarias. A pesar de sus sombras, Watson deja una huella indeleble en la historia de la ciencia.
