Honrar el espíritu heroico y abrir un porvenir de paz


Por S.E. Yu Bo, Embajador de China en Honduras

Este año marca el octogésimo aniversario de la victoria en la Guerra de Resistencia del Pueblo Chino contra la Agresión Japonesa y en la Guerra Antifascista Mundial.

La Guerra Antifascista Mundial fue una gran lucha donde la justicia derrotó al mal, la luz venció a la oscuridad y el progreso triunfó sobre la reacción.

La Guerra de Resistencia del Pueblo Chino contra la Agresión Japonesa abrió el campo de batalla principal del este de la Guerra Antifascista Mundial, e hizo contribuciones irremplazables a la victoria final.

El mundo de hoy ha sido testigo de frecuentes conflictos geopolíticos y un repunte de la hegemonía, por lo que debemos realzar el gran espíritu de resistencia del pueblo chino contra la agresión japonesa y abrir juntos un futuro de paz.

Hemos de ser guardianes de la verdad histórica. La Guerra de Resistencia del Pueblo Chino contra la Agresión Japonesa fue una lucha épica y tenaz.

China fue el primer país en alzar la bandera contra el fascismo, con una guerra de duración más prolongada, el mayor número de tropas enemigas contenidas y el mayor sacrificio hecho.

De la Victoria de Taierzhuang a la Ofensiva de los Cien Regimientos, el ejército y el pueblo chinos restringieron a dos tercios del ejército principal de Japón y una gran cantidad de sus fuerzas navales.

China impulsó el establecimiento de la Alianza Antifascista Mundial y, con su teoría de la “guerra prolongada”, demostró la invencibilidad de la fuerza popular.

Rechazamos rotundamente cualquier distorsión sobre la contribución china a la guerra mundial contra el fascismo y estamos dispuestos a defender la verdad histórica junto con la comunidad internacional.‌Hemos de ser herederos de la amistad de generación en generación.‌

Durante la Guerra de Resistencia del Pueblo Chino contra la Agresión Japonesa, la Unión Soviética envió voluntarios de aviación a China, mientras que Estados Unidos formó los Tigres Voladores para apoyar la lucha.

En 1942, la Fuerza Expedicionaria China rescató a más de 7,000 soldados británicos y 500 misioneros y periodistas estadounidenses y británicos en Yenangyaung, Myanmar; En 1944, el Nuevo Cuarto Ejército y las milicias salvaron a cinco pilotos estadounidenses en Jianyang, Jiangsu; China también abrió la carretera de Birmania y la línea aérea de “la Joroba” para suministrar insumos a los aliados. Honduras, que también declaró la guerra al fascismo en 1941, atacó buques nazis con su fuerza aérea y contribuyó a la seguridad de las rutas marítimas del Atlántico.

A pesar de la distancia geográfica que media entre China y Honduras, ambos países contribuyeron a la victoria global contra el fascismo con sus propias formas. Solo heredando este espíritu de solidaridad y cooperación, la humanidad podrá proteger juntos la paz y abrazar un futuro mejor.Hemos de ser promotores del desarrollo pacífico‌.

China es la única gran país que ha incluido el desarrollo pacífico en su Constitución y los Estatutos de su partido gobernante, y el único país entre los cinco Estados poseedores de armas nucleares que ha prometido no ser el primero en usarlas.

Desde su fundación hace más de 70 años, China nunca ha iniciado una guerra. China apoya firmemente la construcción de la comunidad de futuro compartido de la humanidad, implementa activamente la Iniciativa para el Desarrollo Global, la Iniciativa para la Seguridad Global y la Iniciativa para la Civilización Global, y lanzamos recientemente la Iniciativa para la Gobernanza Global.

Continuaremos actuando como constructor de la paz mundial, contribuyente al desarrollo global, defensor del orden internacional y proveedor de bienes públicos.Hemos de ser defensores de la equidad y la justicia‌.

El orden internacional postguerra basado en la Carta de la ONU es un logro de la victoria en la Guerra Antifascista Mundial.

El retorno de Taiwan a China forma parte importante de los logros de dicha victoria y del orden internacional postguerra.

La Declaración de El Cairo y la Proclamación de Potsdam confirman explícitamente la soberanía de China sobre Taiwan, hecho irrefutable basado en fundamentos históricos y jurídicos.

Rechazar la “independencia de Taiwan” es una medida justa para salvaguardar los logros de la Segunda Guerra Mundial y la premisa fundamental para garantizar la paz y la estabilidad del Estrecho de Taiwan.

Este año coincide con el octogésimo aniversario de la recuperación de Taiwan, y la reunificación de China constituye una tendencia irreversible.

Este año también marca el octogésimo aniversario de la fundación de la ONU.

El mundo actual está lejos de ser tranquilo, el orden y las reglas internacionales han sido impactados, y la autoridad de la ONU en los asuntos internacionales enfrenta desafíos. Desde el establecimiento de relaciones diplomáticas entre China y Honduras, estas han tenido un arranque de alto nivel y han presentado un vigoroso ímpetu de desarrollo.

Estamos dispuestos a trabajar junto con Honduras, con miras a defender el orden internacional centrado en la ONU, salvaguardar el verdadero multilateralismo, abogar por un mundo multipolar igualitario y ordenado y una globalización económica universalmente beneficiosa e inclusiva, y enriquecer sin cesar las connotaciones de las relaciones bilaterales entre China y Honduras, haciendo así nuevas y mayores contribuciones a la paz, la estabilidad y la prosperidad a nivel tanto regional como global.


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