Majid Reza Rahnavard ha sido ahorcado en público en la ciudad septentrional de Mashad, en Irán.

Es el segundo ciudadano iraní ejecutado por el régimen teocrático por su implicación en las protestas que sacuden el país desde finales de septiembre. Majid Reza Rahnavard ha sido ahorcado en público en la ciudad septentrional de Mashad tras ser condenado a muerte acusado de una «guerra contra Alá».

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Supuestamente, el joven se confesó culpable de asesinar a dos agentes de seguridad y herir a otros cuatro.

A preguntas de la prensa, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores iraní afirmó que se trata de un asunto interno. La población tiene todo el derecho a manifestarse, dijo, pero no se trataba de un manifestante, sino de un rebelde.

Las ejecuciones han desatado una cascada de críticas de la comunidad internacional, que parece dispuesta a endurecer las sanciones contra Irán.

«He mantenido una larga conversación con el ministro de Asuntos Exteriores de Irán», ha dicho el alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad Josep Borrell. «Se lo pueden imaginar, ciertamente, hablamos de estas ejecuciones. Le expresé la preocupación de la Unión Europea, la condena y las sanciones que se van a tomar hoy».

Las manifestaciones contra el régimen iraní comenzaron a finales de septiembre tras la muerte de la joven kurda Mahsa Amini detenida por no llevar correctamente el velo.

La brutal represión de las protestas ha dejado más de 400 muertos, según varias ONG. La semana pasada fue ejecutado un primer detenido, un hombre de 23 años acusado de herir con un cuchillo a un miliciano islámico. (euronews)

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