En una escalada de tensiones en la región, el ejército israelí desplegó tanques este martes en Rafah, tomando el control del lado palestino del paso fronterizo con Egipto, en el sur de la Franja de Gaza. Esta acción intensifica la presión sobre Hamás en medio de negociaciones para una propuesta de tregua aceptada por el movimiento islamista palestino.

Las imágenes difundidas por el ejército muestran tanques con la bandera israelí en la zona fronteriza del lado palestino, afirmando estar llevando a cabo una operación «antiterrorista» en «zonas específicas» del este de Rafah.

Los bombardeos nocturnos en la ciudad, densamente poblada con 1,2 millones de habitantes según la ONU, dejaron al menos 27 muertos según informes de dos hospitales locales.

En anticipación a una ofensiva terrestre de envergadura, el ejército instó a decenas de miles de familias a evacuar el este de Rafah, considerando necesario eliminar los últimos bastiones de Hamás, según el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.

Sin embargo, la ONU reportó que el ejército israelí le prohibió el acceso al paso fronterizo de Rafah, principal vía de entrada de ayuda humanitaria al asediado enclave palestino al borde de la hambruna.

El ejército afirmó tener control operativo de la zona fronteriza, alegando que la parte gazatí del puesto fronterizo era utilizada por Hamás para actividades terroristas.

En otro punto fronterizo, el brazo armado de Hamás informó haber disparado cohetes contra tropas israelíes cerca del paso, el cual también es utilizado para la entrada de ayuda humanitaria.

Los ministros de la Unión Europea expresaron su preocupación por el despliegue de tanques israelíes en Rafah.

Paralelamente a estas acciones militares, se esperan nuevas negociaciones en El Cairo tras la aprobación de Hamás a una propuesta de tregua presentada por Egipto y Catar.

A pesar de considerar la propuesta distante de sus exigencias, Israel anunció el envío de una delegación a Egipto «para agotar las posibilidades de alcanzar un acuerdo con condiciones aceptables».

Mientras tanto, los residentes de Rafah enfrentan un dilema angustiante, con el ejército instando a la evacuación mientras las esperanzas de una tregua se entrelazan con el miedo a una incursión militar israelí.