Kamala Harris ha anunciado la selección del gobernador de Minnesota Tim Walz como su candidato a la vicepresidencia.

La decisión simboliza una decantación de la vicepresidenta por un perfil más moderado con la intención de atraer a votantes indecisos frente al perfil más polémico de Donald Trump.

La elección de Walz tiene también como estrategia el mantenimiento de la ilusión inicial que supuso el nombramiento de Harris como candidata demócrata tras la retirada de Biden, ya que fue de los primeros gobernadores en expresar públicamente su apoyo a la candidatura de la vicepresidenta y mantuvo el énfasis de derrotar a Trump en noviembre en sus siguientes intervenciones.

El nombre de Walz sonó en las discusiones sobre posibles candidatos demócratas a la vicepresidencia desde que Kamala tomó el liderazgo de la carrera.

Sus intervenciones en los medios le distinguieron como un contendiente dispuesto a enfrentarse a los republicanos y responder a los numerosos ataques que él y Harris recibirán por parte de Trump.

En específico, una de las principales razones que se presentaron para que Walz fuera elegido fue el claro contraste entre él y J.D. Vance, candidato republicano a la vicepresidencia.

Vance, como un político más joven e impopular, tendrá complicaciones al enfrentarse al perfil más veterano y establecido de Walz, que además se expresa con una dialéctica clara y en ocasiones muy directa.

Walz fue también uno de los primeros demócratas en referirse a sus contrincantes como «raros», estrategia que ha adoptado el partido desde entonces. «La gente del otro bando es muy rara.

Quieren prohibir libros, se quieren presentar en la sala de exámenes de tus hijos», declaró el gobernador en su primera intervención pública tras el nombramiento de Harris.

Otro de los perfiles a los que se busca atraer con la selección de Walz es al votante de las áreas rurales. En estados cruciales para la elección como son Wisconsin, Carolina del Norte o Míchigan, cualquier acercamiento con este electorado, cercanamente ligado a Trump, es un avance para una victoria demócrata.

El pasado de Walz en el Ejército y como antiguo entrenador de fútbol americano proveniente de la clase trabajadora, su perfil puede resonar con votantes de ingresos medios y bajos que se ven distanciados del Partido Demócrata al considerarlo lejano a sus intereses y próximo a la clase alta.

A pesar de su agresiva campaña por ocupar la vicepresidencia, no se trata de un político muy popular en su estado. En las elecciones de 2022 fue reelegido con poco más del 52% en un estado con una larga historia demócrata.

Ha sido criticado por su pasado como ávido defensor del derecho a portar armas, que dejó atrás a medida que los demócratas cambiaron sus políticas al respecto.(abc.es)