El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, informó que la mayoría de los 31 migrantes secuestrados en el norte de México, en una ciudad fronteriza con Estados Unidos, son venezolanos.

Este incidente tuvo lugar el sábado 30 de diciembre cuando los migrantes viajaban en un autobús por la autopista Reynosa-Matamoros, en el estado de Tamaulipas, una de las rutas utilizadas por los migrantes para llegar a Estados Unidos.

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Hombres armados detuvieron el autobús y obligaron a los migrantes a subirse a cinco camionetas. Según la secretaria de Seguridad Pública, Rosa Isela Rodríguez, los secuestradores permitieron que cinco pasajeros mexicanos y los chóferes continuaran su camino hasta Matamoros.

El presidente colombiano, Gustavo Petro, precisó que entre los secuestrados también hay cuatro ciudadanos colombianos.

López Obrador mencionó que los migrantes suelen ser víctimas de secuestro por parte de extorsionadores, y señaló que este problema se ha presentado en varias zonas del país, como San Luis Potosí, Matehuala, Nuevo León, Coahuila y especialmente en Tamaulipas.

México, con más de 3.000 km de frontera con Estados Unidos, es un país de tránsito y retención para migrantes, principalmente de países de América Central (Honduras, Guatemala, El Salvador), del Caribe (Haití, Cuba) y de Venezuela, que se ven afectados por las políticas restrictivas de Estados Unidos.