
Miles de empleados federales de EE.UU. en shock ante ola de despidos
Washington, 25 de febrero de 2025 – Un correo electrónico enviado un sábado a las nueve de la noche o en medio de un puente festivo ha cambiado la vida de miles de empleados federales del Gobierno de Estados Unidos.
Sin previo aviso, se enteraron de que habían sido despedidos como parte de un ambicioso proyecto liderado por el presidente Donald Trump y su aliado, el magnate Elon Musk, para reducir el gasto público y «desmantelar la burocracia gubernamental».
La noticia ha dejado a los trabajadores en estado de shock, con incertidumbre y temor ante un futuro laboral incierto.
Trump, quien asumió la presidencia el 20 de enero, había prometido durante su campaña que encargaría a Musk, consejero delegado de Tesla y SpaceX y propietario de X, una reestructuración radical del gobierno. Este plan incluye recortar regulaciones excesivas, eliminar gastos innecesarios y reformar las agencias federales. Con Musk al frente del recién creado Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), los despidos no se han hecho esperar.
En pocas semanas, el desempleo en Washington, epicentro de las agencias federales, ha alcanzado niveles alarmantes. Según datos del Departamento de Trabajo, cerca de 4.000 personas han solicitado ayudas por desempleo en la capital desde la toma de posesión, con un aumento progresivo: de 768 solicitudes en la semana del 20 de enero a 1.695 en la semana del 15 de febrero.
«Me enteré por correo. Oí rumores de que se estaban enviando correos electrónicos de despido, y como tenía el computador, me conecté y lo vi. Llamé a mis supervisores y me dijeron que no sabían que esto iba a pasar.
Estamos todos en shock», relató una trabajadora de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), quien prefirió mantener su anonimato. Según le informaron, está en «baja administrativa hasta el 14 de marzo», pero ya le pidieron devolver su equipo y le bloquearon el acceso a los sistemas internos.
Historias como la suya se repiten entre miles de empleados federales que, de un día para otro, han perdido sus empleos sin apenas explicaciones ni tiempo para cerrar proyectos o recoger sus pertenencias. «A todos nos llegó exactamente la misma carta», explicó otra extrabajadora, también anónima, del Departamento de Sanidad y Servicios Humanos.
Con solo nueve meses en su puesto, fue despedida por supuestos «problemas de rendimiento», a pesar de haber recibido buenas evaluaciones de sus superiores.
La mayoría de los afectados estaban en su periodo de prueba, un proceso habitual de uno a dos años para los nuevos empleados federales. Gabriel Hopkins, trabajador de la Oficina de Protección Financiera del Consumidor y miembro del sindicato de esa agencia, explicó: «Si al final de ese periodo tu rendimiento no es suficiente, pueden despedirte.
Pero aquí se trata de personas en medio del proceso, con un rendimiento excelente, que han sido cesadas sin justificación clara». Aunque Hopkins no ha sido despedido, siente su puesto en riesgo y denuncia una situación paradójica: «En mi agencia nos han dicho a casi todos que no trabajemos más. Si esto es por eficiencia y buen uso del dinero público, ahora mismo estamos cobrando por no hacer nada».
La indignación ha llevado a sindicatos y colectivos a presentar demandas contra la Administración Trump, alegando que los despidos son ilegales por la forma en que se han ejecutado y exigiendo la readmisión de los trabajadores.
«Están despidiendo a funcionarios que protegen lo público. La ciencia beneficia a la gente, mejora la salud, la economía, la innovación… Esto es lo que hace grande a EE.UU.», lamentó la extrabajadora de la FDA, haciendo eco del lema de Trump.
La presión no cede. El pasado fin de semana, Musk intensificó su estrategia al enviar un correo a empleados federales exigiendo un resumen de sus tareas de la última semana, con la advertencia de que no responder sería interpretado como una renuncia.
Mientras el temor crece entre los trabajadores, la incertidumbre sobre el futuro del servicio público en Estados Unidos se profundiza, dejando a miles en vilo y cuestionando el alcance de esta purga gubernamental.