Washington, Estados Unidos. Dos miembros de la Guardia Nacional de Virginia Occidental murieron este miércoles tras ser atacados a tiros en las inmediaciones de la Casa Blanca, confirmó el gobernador Patrick Morrisey. Los efectivos habían sido desplegados en la capital estadounidense a solicitud del presidente Donald Trump.

“Es con gran pesar que confirmo que los dos miembros de la Guardia Nacional de Virginia Occidental que fueron baleados más temprano en Washington han muerto a causa de las heridas”, escribió Morrisey en la red social X.

“Estos valientes hombres de Virginia Occidental perdieron la vida en el servicio a su país”, añadió.

Antes de conocerse el fallecimiento, el presidente Trump reaccionó en su plataforma Truth Social, calificando al atacante como “animal” y advirtiendo que “pagará un muy alto precio”.

El ataque y operativo de seguridad

La policía de Washington informó que un sospechoso fue arrestado, mientras helicópteros sobrevolaban la zona y decenas de vehículos de seguridad cerraban el perímetro. Periodistas de AFP observaron a un uniformado siendo evacuado en camilla a dos calles de la Casa Blanca.

Los servicios de emergencia atendieron a tres personas heridas por arma de fuego, entre ellas los dos guardias nacionales que posteriormente fallecieron. Testigos relataron escenas de caos.

“Escuchamos disparos. Estábamos esperando en el semáforo en rojo y hubo varios disparos”, contó Angela Perry, agente de seguridad de 42 años, quien estaba en su coche con sus hijos.
“Se podía ver a miembros de la Guardia Nacional corriendo hacia el metro, armas en mano”, agregó.

Contexto del despliegue militar

La Guardia Nacional está desplegada en Washington desde agosto, por orden del presidente Trump, con el objetivo de reforzar la seguridad y apoyar al ICE, organismo clave en la política antiinmigración.

Según estadísticas militares, a mediados de noviembre había 2.175 efectivos en la capital. El gobierno del distrito ha acusado al Ejecutivo federal de exceder sus poderes, mientras que Trump ha defendido los despliegues como necesarios para combatir la delincuencia.

El ataque ocurre en un contexto de alta tensión política y social en Estados Unidos, donde el uso de la Guardia Nacional en ciudades como Los Ángeles, Washington y Memphis ha generado controversia entre autoridades locales y el gobierno federal.