El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, anunció este lunes la ruptura de relaciones diplomáticas con Brasil y lanzó una dura crítica contra su homólogo brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva. En una cumbre virtual con líderes de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), Ortega acusó a Lula de ser un “arrastrado” y de actuar como el “representante de los yanquis” en América Latina.

Ortega se mostró indignado por la postura crítica de Lula respecto a las elecciones en Venezuela, donde Nicolás Maduro fue declarado ganador con un 51.9% de los votos frente al 43.2% del candidato opositor, Edmundo González. El presidente nicaragüense calificó la reacción de Lula como una “reacción brutal” y “cobarde” por no reconocer la victoria de Maduro y lo incluyó en la categoría de “Gobiernos serviles, traidores, arrastrados”.

El mandatario nicaragüense también reprochó a Lula el manejo de su primera administración, recordando los escándalos de corrupción como Lava Jato. Ortega cuestionó la limpieza de ese Gobierno y sugirió que Lula debería recordar esos episodios antes de criticar a Nicaragua. “Si querés que te respete, respetame Lula. Si querés que te respete el pueblo bolivariano, respeta la victoria del presidente Nicolás Maduro y no andes ahí de arrastrado”, expresó Ortega.

La relación entre Nicaragua y Brasil se ha deteriorado significativamente en los últimos meses. El 8 de agosto, el Gobierno de Ortega expulsó al embajador brasileño en Nicaragua, Breno de Souza Brasil Días da Costa, por no asistir a la celebración del 45 aniversario de la revolución sandinista. En respuesta, Brasil expulsó a la embajadora de Nicaragua, Fulvia Castro.

Ortega también desestimó una solicitud del papa Francisco para que Lula intercediera en el caso de un obispo detenido en Nicaragua. Ortega argumentó que no necesitaba intermediarios para recibir mensajes del Vaticano, un Estado que él considera “a favor del imperio”.

Lula, quien ha tenido una relación cercana con Ortega desde la década de 1980, expresó su pesar por la situación y cuestionó las intenciones detrás de la revolución sandinista de Ortega. En respuesta, Ortega sugirió que si él es un dictador, Lula también lo es, en referencia a los múltiples mandatos presidenciales del líder brasileño.

Nicaragua, que ha reconocido a Nicolás Maduro como presidente electo a pesar de las denuncias de fraude y la falta de presentación de actas por parte de las autoridades venezolanas, continúa manteniendo una postura desafiante frente a la comunidad internacional. La ruptura con Brasil marca un punto álgido en la creciente tensión entre ambos países.